La Habana. Los cubanos están convocados el domingo a validar o vetar en referendo un nuevo Código de las Familias que incluye la legalización del matrimonio igualitario y el vientre subrogado, en un ejercicio poco usual que representa una prueba de legitimación para el gobierno.
Más de ocho millones de cubanos mayores de 16 años podrán emitir su voto voluntario y secreto para validar por primera vez una ley en referendo. Con esta votación concluiría un largo proceso, luego del intento de introducir el matrimonio entre personas del mismo sexo en la Constitución aprobada en el 2019.
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El nuevo reglamento, que sustituirá al vigente desde 1975, fue aprobado en julio por la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento, unicameral) y cambia la definición que prevé la unión entre hombre y mujer por el concepto de matrimonio entre “dos personas”.
Este código también protege a sectores vulnerables de la sociedad como los discapacitados; define la violencia familiar sexual y de género, e introduce la posibilidad de que los menores estén bajo la responsabilidad de varios padres o de abuelos y parientes cercanos.
‘Exclusión y silencio’
El Código de las Familias “es la esperanza de miles de personas marcadas por dolorosas historias de exclusión y silencio. Seres humanos que han sufrido y sufren los vacíos de nuestras leyes”, dijo el miércoles el presidente Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba criticó este mes la llamada “ideología de género”, que sustenta muchos preceptos contenidos en la nueva legislación, como el matrimonio gay, la gestación asistida y la posibilidad de que los menores puedan iniciar un proceso clínico para cambiar de sexo.
“Todo hijo es un don y un fin en sí mismo; es un derecho del niño a tener un papá y una mamá. No es ético que se reconozca como adecuada la llamada ‘gestación solidaria’, en la que una mujer que lleve en su vientre durante nueve meses una criatura la deba entregar inmediatamente después del parto a otras personas”, dijo en un comunicado.
El periodista y activista opositor LGBTIQ+, Maykel González Vivero, acusó a la Iglesia católica de quitar derechos a esta comunidad. “Los católicos quieren dejarnos sin derechos, que es borrarnos y encima piden respeto para su discurso excluyente, en nombre de la libertad de expresión”, escribió González en su cuenta en Twitter.
Para el académico cubano Arturo López-Levy, de la universidad de Holy Names, California, el nuevo código “entronca con lo mejor de la visión progresista internacional”, pero “implica una confrontación entre visiones de esa institución” familiar en Cuba.
Pasar la cuenta al gobierno
El gobierno de Díaz-Canel hizo una intensa campaña a favor del Sí en medios oficiales y en redes sociales, mientras una oposición, desarticulada y sin vías legales en la isla, se expresó por el No.
En medio de la difícil situación económica y migratoria que enfrenta la isla, López-Levy alertó sobre la posibilidad de abstencionismo y rechazo “para pasarle la cuenta de la crisis al gobierno”. Es “una oportunidad dramática de aprobar o desaprobar su gestión”, dice el académico.
La votación llega catorce meses después de las históricas manifestaciones del 11 de julio del 2021, cuando miles de personas salieron a las calles. Escéptica, la veterana opositora Martha Beatriz Roque piensa que las cifras del resultado final “ya están hechas” a favor y sin “respeto al derecho de las personas”.
La Constitución, sometida a referendo en el 2019, fue apoyada por el 78,3% del padrón, el resultado electoral más bajo desde el triunfo de la revolución cubana en 1959. Con tres referendos anteriores para ratificar textos constitucionales, el Código de las Familias es la primera ley que se somete a este proceso.
Parece “muy poco probable” el triunfo del No, aunque no descarta que el rechazo pueda alcanzar hasta un 30%, dijo López-Levy. Entre febrero y abril, el Código de las Familias fue sometido a una amplia consulta en 79.000 reuniones de vecinos barrio por barrio.
Los participantes podían tomar la palabra para proponer una modificación, una supresión, un añadido o expresar dudas. De ganar la aceptación con más del 50% de los votos, esta ley entrará en vigor al día siguiente de conocerse los resultados, en caso contrario el actual seguirá vigente.
Los países de Latinoamérica que legalizaron el matrimonio igualitario son: Argentina, Uruguay, Colombia, Brasil, Ecuador, Costa Rica y Chile, así como en 27 de los 31 estados de México.
¿Qué abarca el Código de las Familias de Cuba?
El nuevo Código de las Familias de Cuba, que se votará el domingo en referendo, reconoce el matrimonio igualitario, el derecho de los gays a adoptar y la “gestación solidaria”, en una isla aún marcada por el machismo y la homofobia.
El texto, de 114 páginas y 521 artículos, pretende reemplazar al vigente desde 1975. Estos son cinco cambios controversiales:
Matrimonio igualitario
Define el matrimonio como “la unión voluntariamente concertada de dos personas” y no “entre un hombre y una mujer”, como establece la norma vigente, lo que valida el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Se trata del segundo intento de legalizar en Cuba el matrimonio igualitario, que fue promovido en la propuesta de la nueva Constitución aprobada en el 2019, pero luego retirado de su proyecto final por la polémica que generó en las iglesias cristianas y otros sectores sociales.
Adopción gay
Al abrir las puertas al matrimonio homosexual, la nueva ley también extiende a las parejas homosexuales, estén casadas o en unión libre, la posibilidad de tener hijos en adopción, un derecho hasta ahora limitado a los matrimonios heterosexuales.
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‘Gestación solidaria’
Legaliza la posibilidad de prestar el vientre materno para que personas “unidas por vínculos familiares o afectivamente cercanos”, incapacitadas de tener hijos, puedan formar una familia, incluidos “hombres solos o parejas de hombres”, sin que medie “remuneración, dádiva u otro beneficio, salvo la obligación legal de dar alimentos en favor del concebido” y de compensar los gastos que se generen por el embarazo y el parto.
Responsabilidad parental
La legislación reemplaza el antiguo concepto de patria potestad por el de responsabilidad parental, que reconoce a niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho y convierte a sus padres en sujetos de responsabilidades.
También introduce el concepto de “autonomía progresiva”, que permite al menor, en caso de tener la “edad y grado de madurez suficiente”, ser escuchado por un tribunal, por ejemplo, para intervenir a través de un abogado en su proceso de adopción.
Familias multiparentales
Revoluciona el concepto tradicional de familia al permitir que “excepcionalmente” un menor pueda tener más de dos padres o madres, por ejemplo, en familias integradas por parejas que hayan tenido hijos anteriormente y las madrastras y padrastros se conviertan también en tutores.
También contempla que los menores puedan quedar bajo la responsabilidad de abuelos, parientes o personas afectivamente cercanas, cuando lo hayan solicitado a un tribunal.