Decenas de miles de personas se manifestaron el sábado en Francia y Australia contra las medidas establecidas por ambos países para frenar los rebrotes de los contagios de covid-19, impulsados por la variante Delta del virus SARS-CoV-2.
En París, una manifestación constituida esencialmente por “chalecos amarillos” —movimiento de protesta hostil a la política social del gobierno— partió de la plaza de la Bastilla.
Durante la protesta, se produjeron incidentes esporádicos entre policías en motocicletas y manifestantes, constataron periodistas de la AFP.
Otras miles de personas, muy pocas con mascarillas, se congregaron al son del himno nacional, la Marsellesa, en la plaza del Trocadero, en el oeste de París, a llamado del exeurodiputado de extrema derecha Florian Philippot.
En Australia, las manifestaciones se concentraron en Sídney y Melbourne, las dos mayores ciudades del país, con consignas de protesta contra el confinamiento decretado.
Decenas de personas fueron detenidos después de la manifestación no autorizada en Sídney que no respetaba las consignas sanitarias.
La manifestación duró varias horas, y se produjeron enfrentamientos con la policía.
Oposición minoritaria a medidas sanitarias
“Libertad, libertad”, corearon los manifestantes de París, agrupados alrededor de un estrado rodeado de decenas de banderas de Francia.
Las protestas se producen cuando los franceses se declaran mayoritariamente favorables a la decisión tomada el 12 de julio por el presidente Emmanuel Macron, de hacer obligatoria la vacunación para el personal sanitario y otras profesiones, so pena de sanciones.
El anuncio de las nuevas medidas impulsó la inmunización en Francia: 39 millones de personas, es decir, el 58% de la población total, habían recibido el viernes al menos una dosis, y el 48% están completamente vacunadas.
Pero después de un retroceso de la epidemia en primavera, el número de infecciones diarias se dispara impulsado por la variante Delta, altamente contagiosa, pasando de 4.500 el 9 de julio a casi 21.500 el viernes.
La epidemia ha causado más de 110.000 muertes en Francia, según las autoridades sanitarias.
57 detenidos en Síndey
En Sídney, agentes fueron agredidos con botellas de agua por los manifestantes que se oponen a la orden de quedarse en casa.
Cientos de policías respondieron a la protestas y varios manifestantes fueron retirados de la multitud esposados por los agentes. La policía anunció casi 100 multas y 57 detenidos.
Mientras que en Melbourne, miles de personas se reunieron a primera hora de la tarde frente al parlamento estatal y luego llenaron varias calles.
Los manifestantes, en su mayoría sin mascarilla, incumplieron las normas que prohíben los viajes no esenciales y las reuniones públicas, un día después de que las autoridades sugirieran que las restricciones podrían seguir vigentes hasta octubre.
“Estoy totalmente indignada por los manifestantes ilegales que se encuentran hoy en la ciudad, cuyas acciones egoístas ponen en peligro la seguridad de todos”, dijo en un comunicado Gladys Berejiklian, la primera ministra del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney.
“Los manifestantes han mostrado un desprecio absoluto por sus conciudadanos, que en estos momentos lo están pasando mal”, añadió.
En esta ciudad hubo seis detenidos, según la policía.
El ministro de Policía de Nueva Gales del Sur, David Elliott, explicó que un equipo de detectives revisaría las imágenes para identificar y acusar al mayor número posible de personas en los próximos días.
“Lo que hemos visto hoy en Sídney es, por desgracia, algo que hemos visto en otras ciudades”, dijo Elliott a los medios tras la protesta.
“Está bastante claro que Sídney no es inmune a los imbéciles”, añadió, y dijo que la concentración provocaría probablemente un aumento de casos de covid-19.
Los organizadores habían bautizado la protesta como una manifestación por la “libertad” y la publicitaron en cuentas de redes sociales que difunden desinformación sobre las vacunas y teorías de la conspiración.
Sídney, una ciudad de más de cinco millones de habitantes, lucha por contener un brote de la variante Delta del covid-19.
Nueva Gales del Sur informó el sábado de 163 nuevas infecciones, lo que eleva el total del brote actual a casi 2.000.
Después de haber escapado a la primera ola de la pandemia, alrededor de la mitad de los 25 millones de australianos están ahora confinados en varias ciudades. Solo el 11% de la población está totalmente vacunada.