Oakland, EE. UU. La diócesis católica de Oakland, California, publicó los nombres de 45 sacerdotes, diáconos y hermanos religiosos que las autoridades dicen están “acusados de forma verosímil” de abusar sexualmente de menores.
El diario San Francisco Chronicle informó el lunes de que la lista de la ciudad se remonta a 1962, cuando se fundó la diócesis. Ninguno de los hombres se encuentra actualmente en el clero. De las 45 personas nombradas, 20 eran sacerdotes.
Oakland es la más reciente de una serie de diócesis a lo largo y ancho de Estados Unidos que da a conocer los nombres en medio de un escándalo que involucra a curas pederastas y décadas de encubrimiento por parte de la Iglesia. La mayoría de los abusos ocurrieron desde la década de 1960 hasta la de 1980.
Las autoridades del obispado dijeron que no ha habido acusaciones verosímiles de abuso desde 1988, pero reconocieron que la lista podría aumentar en los próximos meses.
“Ruego que el reconocimiento público de las acciones pecaminosas de algunos sacerdotes ayude a muchos de nosotros a encontrar sanidad y esperanza, a restaurar nuestra confianza en la Iglesia y a reparar el daño causado a la reputación de muchos sacerdotes buenos”, dijo el obispo de Oakland, Michael Barber, en una carta.
Oakland Diocese Bishop: “These are monstrous crimes” https://t.co/tsg3vnhbkW
— David DeBolt (@daviddebolt) February 18, 2019
La mayoría de los que aparecen en la lista han sido identificados previamente en documentos entregados a los tribunales o en artículos noticiosos. Sin embargo, cinco de los nombres no habían salido a la luz pública hasta ahora, indicó Stephan Wilcox, canciller de la diócesis de Oakland.
Wilcox agregó que la diócesis la considera como una “lista evolutiva” .“Eso no es como ‘Oh, gracias a Dios que publicamos la lista. Hemos terminado’. Esto forma ahora parte de nuestro proceso. Y sabemos que tenemos más trabajo por hacer” , comentó al periódico.
Añadió que ha entregado la lista de nombres y otros documentos al fiscal de distrito del condado de Alameda para determinar si los procesos judiciales están justificados.
Aparte del hecho de que muchos de los acusados han muerto, Wilcox manifestó que los estatutos de limitaciones pueden ser un problema.
Afirmó que pasó varias semanas contactando a las víctimas, pero no ha hablado con todas ellas. “Las víctimas en general están contentas con la acción, pero piensan que la Iglesia debe de hacer algo más”, añadió.