
Un total de 18 trenes de 110 metros de largo, compuestos de seis vagones cada uno y que transportarán a alrededor de 400.000 pasajeros por día.
Así funcionará la Línea 1 del metro de la ciudad de Quito (capital de Ecuador) que tendrá 22 kilómetros de distancia y que se proyecta entrará en funcionamiento a finales del 2019, según información proporcionada a La Nación por la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito.
Esta será la primera línea de metro con la que contará el país suramericano y es considerada la obra de infraestructura “más importante” en la historia de Quito, la cual es subterránea en su totalidad, aseguran las autoridades de la Empresa Pública.
Los trenes tendrán una velocidad promedio de 40 kilómetros por hora, lo que duplicará la rapidez actual del transporte público en superficie de la ciudad, que ronda los 18 kilómetros por hora.

El recorrido entre la estación El Labrador y la estación Quitumbe, que va de norte a sur y que completa los 22 kilómetros, se realizará en 34 minutos.
En total habrá 15 estaciones y, actualmente, el viaje en esa misma dirección dura casi dos horas, se señala en un video emitido por el Metro de Quito.
La inversión del proyecto es de $2.009 millones, financiada en un poco más del 80% por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento, que "conceden créditos con una tasa de interés concesionaria y no de tipo comercial". El otro porcentaje (un poco menos del 20%) procede de dinero estatal.

Funcionamiento y diseño
Cada tren tendrá 132 asientos, 22 por vagón y la capacidad máxima de pasajeros por viaje será de 1.500 personas, que incluye a quienes irán sentados y parados. La vida útil de los trenes es de 35 años.
Funcionará con electricidad y de forma semiautomática, de manera que habrá un operador a bordo que abrirá y cerrará las puertas y velará por la seguridad en el interior del tren.

Los trenes estarán equipados con Internet inalámbrico, sistema de detección de incendios y letreros electrónicos.
Además, poseerá espacios para personas con discapacidad, asientos preferenciales para mujeres embarazadas y adultos mayores, rampas entre el andén y los vagones y avisos sonoros.
Si se presentara una emergencia y fuera necesario desalojar los trenes, habrá escaleras semiautomáticas que serían activadas por el conductor para evacuar a los viajeros.

Estaciones
La línea contará con 15 estaciones subterráneas y en promedio serán de 150 metros de largo por 30 metros de ancho, aunque habrá algunas más amplias o de menor tamaño.
Según datos del Metro de Quito, el tamaño de cada estación equivale aproximadamente a 1,5 canchas de fútbol.
Al igual que los trenes, las estaciones están delineadas para permitir el acceso a las personas con algún tipo de discapacidad.

Con base en la demanda, tras su inauguración, la Línea 1 del Metro podría contar en un futuro con cinco estaciones adicionales.
Actualmente, el proyecto está en la etapa de construcción de las estaciones.
Durante los 42 meses de construcción de la obra (36 meses, más seis meses de prueba) se calcula que se generarán 5.000 empleos directos y 15.000 trabajos indirectos.
