Buenos Aires. En plenas vacaciones de verano, Argentina figura como el país de América Latina con mayor número de nuevos contagios de covid-19. Pero sin una mayor incidencia en la mortalidad, las playas se llenaron de turistas ansiosos por dejar atrás los malos tiempos de la cuarentena. Mar del Plata, tradicional destino turístico sobre la costa atlántica, vive por estos días una frenética temporada, con multitudes en las playas, las discotecas y también en las filas para hacerse hisopados.
“La gente quiere salir después de dos años de pandemia. Es como un desquite. La gente se está soltando. La covid está llegando a su etapa final, y la gente tiene que disfrutar, tiene que vivir”, aseguró a la AFP Andrés Gazzola, un estudiante de medicina de 25 años.
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Argentina tuvo en el 2020 uno de los confinamientos más prolongados del mundo. En 2021 abrió tímidamente las escuelas, aunque no las universidades, asimismo, reactivó algunos sectores económicos. Recién en noviembre pasado abrió sus fronteras.
En la playa repleta de sombrillas, disfrutaron tanto familias que se esfuerzan por permanecer en burbuja, como grupos de jóvenes que proclamaban el fin del coronavirus. “La pandemia se terminó”, dijo entre risas Lara Serra, una visitante. “Esto está lleno de gente. Es todo lo que los adolescentes quieren”, declaró entusiasmada su amiga Renata Pendino.
En tanto, las discotecas, restaurantes y hoteles se afanan por recuperarse de los malos tiempos en los que por muchos meses se mantuvieron cerrados. Días en los que la ciudad quedó tan solitaria que los lobos marinos paseaban por las plazas. “Los boliches (locales nocturnos) explotan. Hay un clima lindo, festivo, más allá de la pandemia que se vivió. Hay una energía de pasarla bien”, comentó Emiliano Guzmán, un joven que vino desde la ciudad de San Juan.
Récord de casos
Pero a pocos metros de la playa, la fila para hisoparse aumentaba. El porcentaje de pruebas que dan positivo en Mar del Plata crece día a día y supera el 62%, según las autoridades sanitarias, más que el promedio nacional de 50% y muy por encima del 10% que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Patricia Bogdanowicz, infectóloga y pediatra en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, alertó sobre el relajamiento en los cuidados, especialmente entre los jóvenes vacunados. “Lo que no tienen en cuenta es que la gran cantidad de casos de covid-19 ha puesto en vilo al aparato productivo, a servicios sanitarios completos que no funcionan por la cantidad de médicos, paramédicos y enfermeros aislados”, aseguró a la AFP.
Con 45 millones de habitantes, Argentina acumula más de 6,6 millones casos de coronavirus, de los cuales 1,1 millón se registró desde el 1.º de enero, y superó las 117.600 muertes. Cada día rompe récord de contagios; el miércoles fueron 131.082 con 75 fallecidos. La ocupación de camas de cuidados intensivos ronda el 40%.
En junio pasado, cuando el récord fue de 42.000 casos en un día, hubo entre 500 y 600 muertes diarias por varias semanas. Casi el 75% de la población tiene dos dosis de la vacuna, de ese porcentaje, el 18% recibió la tercera dosis de refuerzo. “Es difícil controlar a la población argentina, es muy difícil decirle que cumpla medidas restrictivas. El clima está muy politizado frente a la pandemia y si uno intenta medidas es posible que se generen manifestaciones en contra, que a su vez son situaciones de mayor contagio”, dijo a la AFP el médico infectólogo Luis Cámera, asesor del presidente Alberto Fernández.
Recuperar la economía
La temporada vacacional fue promovida muy intensamente por el Gobierno, que intenta reactivar la economía luego de una caída de 9,9% en el 2020 y un rebote del 10% en el 2021. Para esta temporada lanzó el programa previaje, un incentivo financiero para el consumo en los lugares turísticos de Argentina. A ese plan, adhirieron 4.5 millones de personas.
Aunque los contagios se multiplican, el Gobierno no solo rechazó imponer nuevas restricciones sanitarias, sino que flexibilizó las normas de aislamiento para evitar la parálisis. “En lugar de (la ocupación) de las camas de terapia intensiva nos preocupa el ausentismo laboral”, declaró recientemente la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
La Unión Industrial Argentina pidió esta semana al Gobierno tomar medidas para frenar el aumento, que alcanza el 7,5% del personal de trabajadores que no acuden a trabajar por ser contacto estrecho con un caso positivo. También entre el personal médico se reportó mayor falta de trabajadores debido a los aislamientos por covid-19.
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