El gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, emitió esta semana una ordenanza que obliga a los artistas a apretarse el cinturón al reducir el techo de las exenciones fiscales para la financiación privada de proyectos culturales.
“Cumpliendo mi promesa de hacer más justa y popular la Ley Rouanet (que rige el financiamiento privado en Cultura, ndlr), pedí la publicación de una ordenanza con todos los cambios que ya anunciamos”, tuiteó Mario Frías, secretario de Cultura de Gobierno.
Frías acompañó su mensaje con una foto en la que aparece junto al presidente ultraderechista firmando la ordenanza.
En concreto, se ha reducido a la mitad el importe máximo de exención fiscal para la financiación de proyectos culturales por parte de empresas, de un millón a 500.000 reales (de 190.000 a 94.800 dólares).
Para proyectos culturales de mayor envergadura, como festivales o ferias literarias, el techo se ha fijado en 4 millones de reales (unos 760.000 dólares). Para las óperas y conciertos sinfónicos el límite estará en 6 millones de reales.
Pero el aspecto más criticado por el mundo de la cultura es el nuevo techo autorizado para la financiación libre de impuestos del caché de un artista en solitario, que se ha dividido por 15, pasando de 45.000 a 3.000 reales (de 8.500 a unos 570 dólares) por espectáculo.
“Esta es una excelente suma para los artistas que inician su carrera, no habrá excepción para las celebridades”, tuiteó el mes pasado André Porciuncula, responsable de temas de financiamiento cultural en el gobierno.
Bolsonaro suprimió el ministerio de Cultura tras su llegada al poder en 2019, y lo redujo a una simple secretaría bajo la supervisión del ministerio de Turismo.
Poco después del anuncio de la entrada en vigor de la nueva ordenanza, Frías compartió en Twitter de manera provocativa un video con una parodia de una popular canción que evoca a los artistas que quieren “mamar de la ley Rouanet”.
“Estamos en curso de cambiar la ley Rouanet. Queremos que esté dirigida a los artistas que comienzan su carrera y no a figuras como Ivete Sangalo”, dijo en enero Bolsonaro, en alusión a la célebre cantante bahiana, que según él se habría beneficiado de las “grandes mamas” de esta ley.
En diciembre, un video que circulaba en las redes sociales mostraba a Sangalo animando a sus fans a gritar “Fuera Bolsonaro” durante un concierto privado.
El gobierno de Bolsonaro ha sido acusado repetidamente de “censura”. Algunos artistas reportan dificultades para obtener subsidios o exenciones de impuestos para financiamiento privado, sobre todo para proyectos relacionados con temas LGBT o críticos con la dictadura militar (1964-1985).