Ciudad de México. Esta tarde fue detenido el narcotraficante Ismael “el Mayo” Zambada, cofundador del cartel de Sinaloa, en Texas, Estados Unidos, así como Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el Chapo Guzmán.
Autoridades de Seguridad en México y la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) confirmaron a El Universal la detención de ambos hombres.
De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, Ismael Mario Zambada García y Joaquín Guzmán López están bajo custodia de Estados Unidos. Al parecer, ambos capos se habrían entregado a las autoridades estadounidenses, según dos fuentes relacionadas con el caso.
Según la ficha de la DEA, el Mayo Zambada era uno de los capos más buscados y se ofrecía una recompensa de hasta $15 millones por información que diera con su paradero.
El Departamento de Estado de Estados Unidos, mencionó que Zambada García, de 76 años, “es único porque ha pasado toda su vida adulta como un importante narcotraficante internacional, pero nunca ha pasado un día en la cárcel”.
Fiscal de EE.UU confirma arrestos
El fiscal estadounidense Merrick B. Garland confirmó los arrestos en El Paso, Texas, de Ismael “el Mayo” Zambada García y Joaquín Guzmán López, hijo del exlíder del cartel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán.
El funcionario precisó que ambos enfrentan diversos cargos en Estados Unidos por liderar las actividades del cartel de Sinaloa, incluyendo la fabricación y tráfico de fentanilo.
“El Departamento de Justicia ha detenido a dos presuntos líderes del cartel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo. Ismael Zambada García, o “el Mayo”, cofundador del cartel, y Joaquín Guzmán López, hijo del otro cofundador, fueron arrestados hoy en El Paso, Texas”, informó Garland.
“El Mayo y Guzmán López se suman a una creciente lista de líderes y asociados del cartel de Sinaloa que enfrentan cargos en Estados Unidos. Entre ellos se encuentran el otro cofundador del cartel, Joaquín Guzmán Loera, o el Chapo, otro hijo de el Chapo y supuesto líder del cartel, Ovidio Guzmán López, y el presunto sicario principal del cartel, Néstor Isidro Pérez Salas, o el Nini”, agregó el fiscal.
Garland afirmó que “el fentanilo es la amenaza de drogas más letal que Estados Unidos ha enfrentado jamás. El Departamento de Justicia no descansará hasta que cada líder, miembro y asociado de los carteles responsables de envenenar comunidades rinda cuentas”.
En su Evaluación Nacional de las Drogas 2025, la DEA describe al cartel de Sinaloa como una organización sin líder único. La DEA sostiene que el cartel opera como una estructura “sombrilla” que engloba “cuatro organizaciones delictivas distintas que colaboran entre sí”.
Una de esas organizaciones está dirigida por el Mayo, quien es descrito por la DEA como “codirector del cartel de Sinaloa durante más de tres décadas”. No obstante, la DEA también señala que existen informes sobre el deterioro de la salud física de Zambada, lo que cuestiona su capacidad de liderazgo.
¿Quién es el Mayo Zambada?
Una de las características que tiene el Mayo Zambada es que no le gustaba la atención, hecho que le permitió pasar desapercibido por más de 50 años.
Su carrera criminal comenzó en los años 70 con el cartel de Guadalajara, fundado por Miguel Ángel Félix Gallardo, Ernesto Fonseca y Rafael “Caro” Quintero. Años después, colaboró con el cartel de Juárez bajo el liderazgo de Amado Carrillo, conocido como “el Señor de los Cielos”.
En 2001, Zambada se asoció con Joaquín “el Chapo” Guzmán para fundar el cartel de Sinaloa. Juntos, iniciaron el tráfico de cocaína a través de América Latina, México y Estados Unidos.
La ficha del Departamento de la DEA señala que, desde 2003 hasta 2016, se han presentado varios cargos contra Zambada García, todos relacionados con graves violaciones de las leyes antinarcóticos de Estados Unidos.
En 2010, el Mayo Zambada ofreció una breve entrevista a la revista mexicana Proceso. Durante el diálogo, se revelaron detalles como su estatura aproximada de 1,80 metros y que comenzó a delinquir a los 16 años.
En la conversación, Zambada mencionó que había sentido en cuatro ocasiones que el Ejército mexicano estuvo cerca de capturarlo, y que la idea de terminar encerrado le causaba un profundo “pánico”. Además, el capo expresó su convicción de que su detención o muerte no alteraría el panorama del narcotráfico en México.
“Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero con el tiempo, nos damos cuenta de que nada cambia”, advirtió en la entrevista.