Roma. El Vaticano anunció este viernes que “debido al intenso frío de estos días el Papa Francisco seguirá el Vía Crucis de esta noche desde Casa Santa Marta, uniéndose a la oración de aquellos que irán junto a la diócesis de Roma al Coliseo”.
La ausencia del papa, de 86 años, en uno de los principales ritos del Viernes Santo, no causa sorpresa. Aunque demostró haberse recuperado en forma sorprendente, nadie olvida que la semana pasada se vio obligado a una internamiento de cuatro días en el hospital Gemelli, por una “bronquitis infecciosa” que alarmó al mundo.
El malestar inició el miércoles 29 de marzo, después de la audiencia general, e incluso tuvo que irse en ambulancia a ese centro médico, de donde fue dado de alta el sábado pasado.
Al salir del nosocomio llamado “Vaticano III”, porque Juan Pablo II estuvo allí internado al menos siete veces, el propio Francisco habló con la prensa de su malestar, bromeó con que “aún estoy vivo” y confesó que no había tenido miedo.
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Pese a ese quebranto de salud, el pontífice presidió la misa de Ramos, al aire libre, en la Plaza San Pedro que abrió la Semana Santa, en relativa buena forma. A partir del lunes, retomó su agenda como siempre, recibiendo en audiencia diversos grupos.
El miércoles protagonizó la tradicional audiencia de ese día, al aire libre, recorriendo la Plaza en su papamóvil para saludar a los fieles, protegido con un sobretodo blanco y pese a la abrupta caída de la temperatura de los últimos días.
El jueves, también en buena forma, presidió la misa Crismal y, por la tarde, la tradicional ceremonia del lavado de pies en una cárcel de menores, en las afueras de Roma.
En el 2020 y en el 2021, debido a la pandemia, el papa Francisco no presidió el rito del Vía Crucis en el magnífico Coliseo, como es tradición, antes miles de fieles y turistas, sino en soledad, en una Plaza de San Pedro desierta y silenciosa.
En esta ocasión, se espera que en su lugar acuda el cardenal vicario de Roma, Angelo De Donatis.
En 2005, cuando ya estaba muy enfermo y pocos días antes de morir, el 2 de abril, el papa Juan Pablo II también faltó al rito del Vía Crucis en el Coliseo, que siguió desde la capilla de su departamento del Palacio Apostólico, de espaldas, con un crucifijo en la mano, según imágenes transmitidas por el Vaticano.
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Habrá que ver si esta vez mostrarán imágenes de Francisco siguiendo el rito desde Santa Marta, su hogar en el Vaticano. Aunque la situación es totalmente distinta porque el papa Francisco está bien y su ausencia se debe a la oleada de frío que golpea a Italia, que hace totalmente no recomendable que pase una noche a la intemperie en la colina desde la que suele seguir el Vía Crucis, donde, además, corre viento.
Aunque es primavera, los meteorólogos hablan de un coletazo de invierno y bajas temperaturas en la región del Alto Adige, en los Alpes, en el noreste de la península, incluso por debajo de las que hubo en Navidad.
Mientras tanto, el Papa presidirá este sábado la tradicional Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro y el domingo, como siempre, la misa solemne de la Resurrección en la Plaza de San Pedro y, al mediodía, pronunciará desde el balcón central de la Basílica el tradicional mensaje urbi et orbi, en el que suele repasar la situación geopolítica del mundo.