Barcelona. En España, la ciudad de Barcelona fue escenario este miércoles de la principal ceremonia en memoria de las 16 personas que murieron hace justo cinco años, en los atentados en la ciudad y en una localidad balnearia cercana.
Decenas de personas observaron un minuto de silencio en la popular avenida de las Ramblas, donde, el 17 de agosto del 2017, una furgoneta descendió a toda velocidad zigzagueando, dejando tras de sí a varias personas fallecidas, la mayoría turistas.
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Familiares de las víctimas y autoridades depositaron flores ante la placa conmemorativa emplazada en el lugar exacto donde el vehículo se detuvo, mientras un violoncelista interpretaba una canción tradicional catalana. Asistieron varios ministros, el presidente del Gobierno regional catalán, Pere Aragonès, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
"Nunca más un 17 de agosto será igual. Este día era antes un día mas del calendario, ahora el 17 de agosto te levantas siempre con el estómago encogido", explicó Colau a la televisión pública española.
Los atentados, que dejaron también 140 heridos, fueron perpetrados por una célula integrada mayoritariamente por jóvenes de origen marroquí que crecieron en Cataluña y reivindicados por la organización Estado Islámico.
El primer atentado tuvo lugar en las Ramblas, donde la furgoneta mató a 14 personas, entre ellas a un niño de 3 años. El conductor, que en su huida mató a un hombre de 30 años para robarle el coche, fue abatido por la policía unos días después.
Unas horas más tarde del primer ataque, otros cinco yihadistas atropellaron a más personas y acuchillaron a una mujer en la localidad balnearia de Cambrils, unos 100 kilómetros al sur de Barcelona. Todos ellos fueron abatidos por un policía.
“En agosto del 2017, Barcelona y Cambrils sufrieron el odio y el terror en sus calles. Cinco años después, recordamos a las víctimas”, escribió el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en Twitter.
Tres hombres fueron condenados en el 2021 a 8, 46 y 53 años de cárcel por ayudar a los autores de los ataques, aunque, el mes pasado, las dos penas más altas fueron reducidas 10 años. El tercero está en libertad condicional.
Un grupo de manifestantes, convocados por plataformas independentistas catalanas que sostienen que el Gobierno español estuvo tras los atentados, boicoteó el minuto de silencio con gritos y alzando pancartas pidiendo “la verdad”.