Washington. Este jueves, Estados Unidos comunicó su decisión de reabrir una oficina en La Habana, que tendrá la responsabilidad de gestionar los trámites relacionados con la reunificación familiar y las solicitudes de familiares de refugiados.
En un comunicado emitido por el Departamento de Seguridad Interior (DHS), se informa que la oficina de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) asumirá las labores de “entrevistas y procesamiento de casos pendientes” vinculados a la reunificación familiar.
Este proceso de reunificación solo será posible mediante invitación del Departamento de Estado estadounidense, dirigida al familiar que resida en Estados Unidos, ya sea como ciudadano o residente.
La invitación será extendida en caso de aprobación del formulario presentado por dicho familiar en nombre del beneficiario cubano.
La oficina en La Habana también atenderá las solicitudes de refugiados y personas que hayan obtenido asilo, permitiéndoles traer a sus familiares a Estados Unidos, según se menciona en el comunicado.
Además, la oficina brindará otros servicios limitados, como la recolección de datos biométricos para las solicitudes de visa U, dirigida a víctimas de ciertos crímenes.
En meses recientes, Washington impulsó diversas “vías legales” con el propósito de controlar la afluencia masiva de migrantes en su frontera con México. Entre estas vías se encuentra la reunificación familiar, así como la aceptación de solicitudes de asilo para un contingente de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos.
Además, se lanzó una aplicación móvil (CBP One) para que los migrantes puedan programar citas de entrada al país.
En el apartado de “Entradas ilegales”, se resalta que más de 15.000 cubanos fueron interceptados en la frontera entre México y Estados Unidos desde enero de este año hasta finales de junio, según datos proporcionados por la patrulla fronteriza. Además, desde el 1°. de octubre de 2022, los guardacostas interceptaron o hallaron a 6.967 migrantes cubanos, tal como lo informó la guardia costera nacional estadounidense la semana pasada.
La reapertura de la oficina de USCIS en La Habana es parte de los esfuerzos destinados a lograr una migración más “ordenada”, según lo denomina el gobierno estadounidense.
Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Interior, mencionado en el comunicado, declaró: “Esta administración está tomando medidas para reducir las entradas ilegales, privar de recursos a las despiadadas organizaciones de contrabando y facilitar el acceso a vías legales, seguras y organizadas para aquellos que buscan ayuda humanitaria”.
Mayorkas también añadió: “Los cubanos, al igual que mi propia familia, que huyeron del régimen comunista hace casi 63 años, merecen la oportunidad de seguir caminos legales para construir nuevas vidas en Estados Unidos”.
Se establece que será necesario contar con cita previa para acceder a los servicios de la oficina en cuestión.
La activista Rosa María Payá Acevedo, hija del disidente y líder político cubano Oswaldo Payá, expresó su respaldo al anuncio, aunque con matices. Payá afirmó que Estados Unidos continúa negando a los perseguidos en Cuba la opción de emigrar de manera segura desde la Isla. Hizo hincapié en la urgencia de reactivar el programa de refugiados políticos en Cuba, según se aprecia en su mensaje compartido en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter).
Hasta el momento, el gobierno cubano no emitió una reacción pública al respecto.
Cabe destacar que la oficina de USCIS en La Habana permaneció cerrada desde el 10 de diciembre de 2018. El cierre fue resultado de una reasignación de recursos de la agencia y de la suspensión de operaciones en 2017, después de que el Departamento de Estado ordenara a su personal no esencial abandonar Cuba debido al denominado “Síndrome de La Habana”, que hacía referencia a dolencias inexplicables experimentadas por diplomáticos estadounidenses.
Las medidas adoptadas por Washington en relación con la isla fueron graduales. Al asumir la presidencia en enero de 2021, Biden se comprometió a revisar la política estadounidense hacia Cuba. No obstante, endureció su postura tras las manifestaciones antigubernamentales de julio del mismo año, las cuales resultaron en un fallecido y numerosos heridos.
A pesar de que ambas naciones mantienen reuniones migratorias de manera relativamente frecuente, la concesión de visas no inmigrantes, dirigidas a turistas, estudiantes e inversionistas, entre otros, sigue siendo un tema pendiente. Esto obliga a muchos cubanos a viajar a un tercer país para tramitar su visa.