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La administración del presidente Joe Biden implementó nuevas directrices que afectan a los solicitantes de asilo en Estados Unidos. Estas normas, diseñadas para controlar el flujo de ingresos ilegales en la frontera, establecen criterios más estrictos para quienes intentan ingresar al país.
La medida surge en respuesta a la continua crisis migratoria que enfrenta el país. Diversas ciudades y estados expresaron su incapacidad para gestionar el volumen de indocumentados, muchos de ellos solicitantes de asilo. Sin una reforma migratoria aprobada por el Congreso, el gobierno optó por implementar acciones decisivas.
Una de las principales modificaciones anunciadas incluye el endurecimiento de las entrevistas para determinar el “miedo creíble”, un requisito esencial para que los migrantes puedan argumentar su caso ante un juez de inmigración. Además, se introdujo una nueva regla que impacta significativamente a ciertos grupos de migrantes.
De acuerdo con informes recientes, hay cuatro categorías específicas de migrantes que enfrentarán rechazo automático en su solicitud de asilo:
- Aquellos a quienes se les ha negado asilo anteriormente.
- Individuos con historial delictivo.
- Personas identificadas como terroristas o miembros de organizaciones criminales.
- Familiares de migrantes inadmisibles por cualquier motivo.
Estas restricciones se aplicarán a un número limitado de personas y no afectarán a la mayoría de los solicitantes de asilo. Adicionalmente, se ha emitido otra directiva que obliga a evaluar la posibilidad de reubicar al migrante en una parte segura de su país de origen antes de considerar su deportación.
*La redacción de este contenido fue asistida con inteligencia artificial.
