Madrid. Expertos comenzaron a inspeccionar este lunes el mausoleo de Francisco Franco, en preparación de las primeras exhumaciones de víctimas de la Guerra Civil española enterradas allí, ordenadas por la Justicia a más de 40 años de la muerte del dictador.
Los técnicos deben verificar si es posible recuperar los restos de dos víctimas, tomando en cuenta el estado de la estructura y de las osamentas, muy mal conservadas y mezcladas.
“Es un hecho histórico, los técnicos han entrado, parece que algo se va a lograr”, indicó por teléfono Purificación Lapeña, nieta de un combatiente republicano, desde la entrada del mausoleo del Valle de los Caídos (norte de Madrid). Lapeña reclama la exhumación de su abuelo y de su tío abuelo, Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabas.
En 1936, estos dos militantes anarquistas fueron fusilados y enterrados en una fosa común en Aragón, norte de España.En 1959, sus restos fueron secretamente transferidos al faraónico mausoleo que Franco hizo construir, a 50 km de Madrid, en la sierra de Guadarrama.
Ganador de la Guerra Civil (1935-1939) y jefe de Estado desde entonces hasta 1975, Franco ordenó, en nombre de una pretendida “reconciliación” nacional, transferir a ese lugar los restos de más de 30.000 víctimas del conflicto, franquistas y republicanos, en muchos casos sin el consentimiento de sus familias.
Franco se reservó el mejor lugar: a su muerte en 1975 fue enterrado cerca del altar de la basílica, al pie de una cruz de piedra de unos 150 metros.
Tras años de batalla judicial, la familia Lapeña consiguió en el 2016 una victoria cuando un tribunal ordenó “la entrega de los restos cadavéricos de los hermanos Lapeña Altabás a su familiar (...) con el fin de darles digna sepultura”.
Desde entonces, el padre benedictino que dirige la abadía y la basílica bloqueó las exhumaciones rehusando la entrada a los expertos, hasta que la Conferencia Episcopal lo obligó a cumplir la decisión judicial.
Otras dos familias han reclamado exhumaciones, esta vez del bando franquista.
El año pasado, una mayoría de diputados del Congreso pidió al gobierno conservador, sin éxito, retirar los restos de Franco del mausoleo para hacer del lugar un memorial para las víctimas del conflicto.