Washington. Una fotografía desgarradora de los cuerpos sin vida de un salvadoreño y su hija de menos dos años en la orilla del río Bravo, donde se ahogaron cuando trataban de cruzar la frontera entre Estados Unidos y México, desató un sunami de críticas el miércoles contra la política antimigración del presidente Donald Trump.
“Trump es responsable de estas muertes”, dijo Beto O’Rourke, excongresista por el estado de Texas inmerso en la carrera para ser el candidato del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales del 2020.
El mandatario replicó culpando a los demócratas del Congreso: “Si tuviéramos las leyes correctas, las que los demócratas no nos permiten tener, esa gente no aparecería, no lo intentaría (cruzar la frontera)”.
“La odio”, dijo sobre la foto. “El padre... probablemente era un tipo fantástico”.
Según el periódico mexicano La Jornada, los cadáveres de la foto son de un solicitante de asilo salvadoreño, Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 26 años, y Valeria, su hija de 23 meses.
Padre e hija se ahogaron el domingo cuando trataban de cruzar de México a Texas a través del río Grande, informó ese medio.
Para muchos, la imagen recuerda una foto tomada en el 2015 en la que aparecía el cadáver de un niño en una playa Turquía. La criatura se ahogó en el mar Mediterráneo en su intento por llegar a Grecia.
Bernie Sanders, otro candidato demócrata a la carrera presidencial, describió la imagen como “horrible” y “un ejemplo doloroso de tantos otros que demuestran el desprecio imprudente por la humanidad que proviene de las políticas de Trump”.
O’Rourke afirmó que los migrantes se ven obligados a “cruzar entre los puntos de entrada, lo que asegura un mayor sufrimiento y muerte”, pues los refugiados no pueden presentar las solicitudes de asilo en los puntos de ingreso a Estados Unidos.
"Estas familias que buscan asilo a menudo huyen de la violencia extrema", denunció la senadora de California Kamala Harris, también precandidata demócrata.
"¿Y qué es lo que ocurre cuando llegan?", se preguntó Harris en Twitter. "Trump les dice 'volved allí de donde venís'. Eso es inhumano. Están muriendo niños. Esto es una mancha en nuestra conciencia moral", continuó.
Rashida Tlaib, demócrata de la Cámara de Representantes por Michigan y defensora de iniciar un juicio político contra Trump, también tuvo palabras duras contra el mandatario y su política de mano dura con la inmigración.
“Este monstruo y su desalmada administración tienen que rendir cuentas”, escribió Tlaib en un tuit.
The New York Times publicó la foto en su portada y le dedicó un editorial.
“Estados Unidos necesita una política de inmigración que combine seguridad en la frontera, justicia y humanidad”, puntualizó el periódico.
“Nadie con conciencia puede mirar la foto de un solicitante de asilo y su niña de 23 meses muertos en la orilla del río Grande y aceptar el statu quo”, agregó.
Conmoción
Entre quienes expresaron su pesar por la foto estuvo el papa Francisco.
“El Papa está profundamente triste por sus muertes, y reza por ellos y por todos los migrantes que han perdido sus vidas mientras huyen de la guerra y la miseria”, manifestó Alessandro Gisotti, portavoz del Vaticano.
Joaquín Castro, miembro demócrata de la Cámara de Represetantes por Texas, comparó la foto con la del niño sirio en las costas de Turquía.
“Es muy duro ver esa fotografía”, señaló en declaraciones recogidas por The New York Times. “Es nuestra versión de la fotografía siria (...) Eso es lo que es”.
El senador demócrata por Nueva York, Chuck Schummer, mostró la foto en de Senado durante un discurso el miércoles.
"¿Cómo podría el presidente Trump ver esta imagen y no entender que se trata de seres humanos que huyen de la violencia y la persecución?", se preguntó.
“Podemos hacer algo al respecto si el presidente deja de jugar el juego político de la culpa, la culpa, la culpa”, afirmó.
La imagen se hizo pública en medio de denuncias por las condiciones en que Estados Unidos mantiene a niños migrantes detenidos tras una visita de un grupo de abogados y médicos a un centro de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas.
"Los niños en Clint nos dijeron que no tienen acceso regular a duchas o ropa limpia, algunos dicen que no se les permitió bañarse durante semanas y que no tienen acceso regular al jabón", dijo Clara Long, investigadora de la ONG Human Rights Watch que acompañó al equipo.
Las autoridades trasladaron de Clint a otros centros a cerca de 250 niños el lunes, pero un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza informó el martes de que unos 100 ya estaban de nuevo allí.
Preguntado al martes sobre la condiciones en los centros de detención, Trump afirmó estar “muy preocupado”.
Los oficiales de la Patrulla Fronteriza dicen estar desbordados por la cantidad de migrantes que buscan entrar en Estados Unidos.
La llegada de indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos se han incrementado en los últimos meses. Solo en mayo se contabilizaron 144.000 detenciones.