Francia no descarta establecer un tercer confinamiento si la situación continúa agravándose por la pandemia de coronavirus.
Así lo advirtió este domingo el ministro de Salud francés, Olivier Verán, en una entrevista con el periódico Journal du Dimanche, con ocasión de la campaña de vacunación contra la covid-19.
“No descartamos nunca medidas que podrían ser necesarias para proteger a la población. Esto no quiere decir que lo hayamos decidido, sino que estamos observando la situación cada hora”, declaró el ministro.
Las autoridades sanitarias del país europeo temen la llegada de una tercera ola de contagios, justo después de las fiestas de fin de año.
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Y más aún al visualizar los datos epidemiológicos, que muestran la prevalencia del virus con “15.000 contagios detectados de media cada día, mientras que se había bajado a los 11.000”, según admitió Verán en la entrevista.
“El objetivo de los 5.000 casos diarios se aleja. Y la presión sobre el sistema de salud sigue siendo importante, con 1.5000 ingresos diarios, una tensión que baja muy poco en los servicios de cuidados intensivos”, señaló el ministro, quien se declaró dispuesto a tomar “las medidas necesarias si la situación se agravara”.
Varios países europeos tomaron medidas de confinamiento, pero Francia decidió “tomar medidas estrictas y difíciles antes, para dejar a los franceses respirar durante las fiestas”, según la autoridad de Salud.
No obstante, Verán reconoció que las restricciones no funcionaron “lo suficiente”, al recordar los más de 40.000 casos de covid-19 registrados entre el jueves y el viernes anterior.
Este sábado, Francia reportó 3.000 casos, pero en momentos en que muchos laboratorios estaban cerrados por la Navidad.
“Sabremos rápidamente si las reuniones familiares y festivas tendrán un impacto. No podemos, por una noche, arriesgarnos a bloquear el país entero de nuevo durante semanas”, afirmó.
La campaña de vacunación en Francia comenzará este domingo. Las primeras inyecciones se efectuarán en dos residencias de ancianos, en Sevran, cerca de París, y también en Dijon, en el este de la nación.