San Salvador. La Iglesia, el Gobierno y pobladores de El Salvador celebraron este miércoles como un “día grande” el anuncio del Vaticano de la próxima canonización de Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 por la ultraderecha que no le perdonó su mensaje de justicia social.
“Monseñor, estás en el corazón del pueblo”, corearon centenares de jóvenes que, tras la noticia de la canonización, hicieron una peregrinación a la capilla del hospital para enfermos de cáncer La Divina Providencia, donde fue abatido Romero la tarde de un lunes mientras celebraba una misa.
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Mostrando imágenes de “San Romero de América”, los jóvenes entonaron cánticos para recordar al sacerdote.
“Es un día grande para El Salvador y es una sorpresa que esperábamos”, exclamó el cardenal y obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, quien presidió una misa con los peregrinos.
La enfermera Yanira Pleitéz, de 39 años, quien trabaja en el hospital para cancerosos, dijo que “por fin a monseñor Romero se le hará justicia, será reconocido como un santo”.
“Para nosotros los salvadoreños que le admiramos, siempre ha sido un santo y ahora lo vamos a compartir con todo el mundo como un hombre de bien”, resume la enfermera.
En tanto, René Martínez, de 16 años, uno de los estudiantes que animadamente cantaba a Romero, portó un cartel con un dibujo del rostro de su santo.
“Estamos alegres, me hubiera gustado conocerlo en vida para decirle que es un ejemplo para nosotros los jóvenes”, afirmó Martínez.
En tanto, en una cripta en la catedral de San Salvador donde reposan los restos del arzobispo, acudieron decenas de personas para dejar una flor sobre el mausoleo o encender una vela.
A la celebración se unió el presidente Salvador Sánchez Cerén, quien en un acto público dijo que “me uno a la alegría del pueblo salvadoreño, ante el anuncio del Vaticano sobre la aprobación del decreto que hará posible la canonización de monseñor Óscar Romero”.
El Vaticano comunicó que Francisco firmó los decretos que permiten la canonización del papa Pablo VI (1963-1978) y de Romero, que por defender a los pobres fue calificado como “la voz de los sin voz”.
La canonización de Pablo VI, figura histórica del Concilio Vaticano II, que reformó a la Iglesia, será celebrada en octubre, en la Santa Sede. Mientras que la fecha para la ceremonia de Romero no ha sido fijada
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Sin embargo, Rosa Chávez afirmó que la Iglesia de El Salvador pidió a Francisco que el acto de canonización se realice en el país centroamericano.
“Le sugerimos al Papa que pasara por El Salvador en su viaje a Panamá (donde se desarrollará la Jornada Mundial de la Juventud) para la canonización, pero aún no hemos recibido respuesta, por lo que existe la posibilidad”, agregó.
Aval necesario
El decreto reconoce un milagro atribuido a la intercesión de monseñor Romero, en la última etapa antes de ser elevado a los altares, tras ser beatificado el 23 de mayo del 2015.
Rosa Chávez explicó que “el milagro de Romero es sobre una señora que al dar a luz iba a morir ella o su hijo. Monseñor intercedió y se salvaron los dos”. La beneficiaria del milagro es Cecilia Maribel Flores de Rivas.
Romero fue criticado por la derecha y el Ejército y hasta por obispos y cardenales conservadores por defender a los pobres, denunciar la injusticia social y la represión militar.
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Los milagros
Requisito. Para que una persona sea proclamada santa tiene que tener dos milagros, uno para la beatificación (salvo que sea mártir como el caso de Romero) y otro para la canonización.
Monseñor Romero. Cecilia Maribel Flores de Rivas estaba embarazada y tanto su vida como la de su hijo corrían peligro. Como parte del tratamiento los médicos decidieron inducirla a un coma, pero su familia depositó su fe en monseñor Romero y ahora aseguran que eso permitió que ella y su hijo Luis Carlos gocen de buena salud.
Pablo VI. El primer milagro atribuido a la intercesión de Pablo VI, y que le permitió ser beatificado, fue la curación de un feto en los primeros años de la década de los 90 en California, después de que se diagnosticara que tenía graves problemas cerebrales, pero la madre se negó a abortar y el niño nació sin problemas. El segundo milagro reconocido para su canonización, según han explicado medios locales, es el de Amanda, una niña nacida el 25 de diciembre de 2014 en Verona, Italia, con apenas 24 semanas de gestación, pero quien sobrevivió.