Nueva York. La británica Ghislaine Maxwell fue declarada este miércoles culpable de delitos sexuales en Estados Unidos, incluyendo el de abuso y tráfico de menores para su expareja, el financista Jeffrey Epstein, quien se suicidó en la cárcel.
Maxwell, quien cumplió 60 años el 25 de diciembre, fue condenada por un jurado de 12 miembros en Nueva York, por cinco de los seis cargos que se le imputaban, y potencialmente podría pasar entre rejas el resto de su vida. La conspiración para cometer tráfico sexual de menores conlleva una sentencia máxima de 40 años, mientras que los cargos menores indican penas de cinco o 10 años. En conjunto, la pena podría alcanzar hasta los 65 años.
La defensa sostuvo que el único responsable de esta trama fue Epstein, y que si ella fue detenida fue debido a que el multimillonario no llegó a cumplir su condena tras ahorcarse en su celda de la cárcel de Manhattan, mientras esperaba a ser juzgado por delitos de tráfico sexual.
Maxwell estuvo sentada y en calma en la sala del tribunal de Manhattan, mientras la jueza Alison Nathan leía los veredictos de cada uno de los seis cargos. Nathan ofreció su “sincero agradecimiento” al jurado por su servicio, y agregó que los miembros actuaron con “diligencia”.
A las 5.10 p. m., Nathan suspendió el procedimiento y Maxwell salió detenida de la sala del tribunal como en los demás días del juicio. Aún no se fijó una fecha para su sentencia. Ella se encuentra en prisión en Nueva York desde su arresto en el verano del 2020. Epstein se suicidó en una cárcel de la ciudad de la misma ciudad en agosto del 2019.
‘Una depredadora sofisticada’
Dos de las presuntas víctimas de Epstein declararon que tenían tan solo 14 años cuando Maxwell supuestamente comenzó a prepararlas y a hacer arreglos para que le dieran masajes a Epstein, que terminaron en actividad sexual. Los cargos tienen origen entre 1994 y 2004.
Una de las mujeres, identificada solo como “Jane”, detalló cómo Maxwell la reclutó en un campamento de verano y la hizo sentir “especial”. Dijo que los encuentros sexuales con Epstein se volvieron rutinarios, y que a veces Maxwell estaba presente.
Otra, llamada “Carolyn”, recordó que por lo general le pagaban $300 después de encuentros sexuales con Epstein, a menudo entregados por la propia Maxwell. Una tercera presunta víctima fue Annie Farmer, ahora de 42 años, quien dijo que Maxwell le acariciaba los senos cuando era una adolescente en un rancho de Nuevo México, propiedad de Epstein.
La Fiscalía describió a la acusada como una “depredadora sofisticada que sabía exactamente lo que estaba haciendo”. La fiscal Alison Moe afirmó que Maxwell era “la clave” del plan de Epstein para atraer a las jóvenes para darle masajes, y después terminaba abusando sexualmente de ellas.
Maxwell “fue el cómplice de Epstein”, sostuvo Moe. El equipo de defensa, por su parte, respondió que había una “falta de evidencia” para condenar y cuestionó la capacidad de las demandantes para recordar eventos de hace un cuarto de siglo. El equipo también argumentó que Maxwell estaba siendo utilizada como “chivo expiatorio” de los crímenes de Epstein, después de que él eludió la justicia.
Maxwell se negó a subir al estrado durante el juicio, pero hizo una breve declaración al juez. “Su señoría, el gobierno no ha probado su caso más allá de toda duda razonable, por lo que no es necesario que testifique”, dijo.
El jurado, compuesto por seis mujeres y seis hombres, requirió una semana para consensuar su veredicto. Este mismo miércoles, los integrantes pidieron releer las transcripciones de varios testigos en el juicio, que comenzó el 29 de noviembre.
Una de las transcripciones corresponde a la psicóloga judicial, Elizabeth Loftus, que se centró en los recuerdos supuestamente “truncados” de las víctimas de los actos de violencia sexual cometidos un cuarto de siglo atrás.