Londres. Toque de queda para bares y restaurantes, más mascarillas obligatorias, restricciones al deporte, aumento de las multas y la policía en las calles. Boris Johnson anunció este martes nuevas medidas contra el coronavirus cuyos contagios se disparan en el Reino Unido.
Muy criticado al inicio de la pandemia por haber tardado en reaccionar, el líder conservador parece ahora determinado a atajar una segunda ola.
“Nunca en nuestra historia, nuestro destino colectivo y nuestra salud colectiva han dependido tan completamente de nuestro comportamiento individual”, afirmó en un mensaje a la nación televisado por la noche en la hora de mayor audiencia.
Muchas partes del país se encontraban ya bajo restricciones locales pero ahora estas se generalizan y ante la evidencia que de algunos no las estaban respetando el primer ministro intentó sacudir las conciencias, al tiempo que incrementará los controles y las multas.
“Tenemos que evitar volver por el camino” del confinamiento general como ocurrió en marzo, subrayó.
Pero advirtió de que se “reserva el derecho de ir más allá” si “la gente no sigue las reglas” y no se logra reducir el ritmo de los contagios.
Previamente había detallado ante el Parlamento las nuevas medidas que, advirtió, pueden estar en vigor unos seis meses.
Así, tras haber presionado recientemente para que los empleados regresasen a las oficinas y resucitar los moribundos centros urbanos, llamó a todo el que pueda a volver a trabajar desde casa.
Además, a partir del jueves, los pubs, bares y restaurantes deberán cerrar tajantemente a las 10 p. m.
En un país donde el uso de mascarillas no está muy extendido, la obligación incluirá ahora al personal de los comercios, los usuarios de taxis y los clientes en negocios que expenden comidas y bebidas.
Y se anuló la reapertura de eventos deportivos al público, prevista para el 1 de octubre.
Las infracciones se castigarán “con penas más severas”, previno Johnson, quien prometió“una mayor presencia policial en las calles”.
Comercios o empresas que no respeten las restricciones podrán ser multados con hasta 10.000 libras ($13.000). Y no usar la mascarilla o reunirse en grupos de más de seis personas, con 200 libras en la primera falta.
En un país donde el uso de mascarillas no está muy extendido, la obligación incluirá ahora al personal de los comercios, los usuarios de taxis y los clientes en negocios que venden comidas.
Y se anuló la reapertura de eventos deportivos al público, prevista para el 1 de octubre.
Críticas al gobierno
Estas nuevas medidas son ahora “necesarias, pero no eran inevitables”, criticó el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, reprochándole la confusión creada por un gobierno que “un día alienta a la gente a volver a la oficina” y otro les dice “lo contrario”.
También tras acusar a Johnson y su gobierno de “incompetencia”, le reprochó no haber desarrollado un sistema eficaz de testeo y rastreo. Y advirtió de que algunos lugares del país ya imponen este tipo de restricciones y aun así sus índices de contagio siguen siendo altos.
Por su parte, la gran organización patronal CBI lamentó el impacto en la actividad económica de estas medidas, que llamó a mantener “el menor tiempo posible”.
"Creo que son un golpe realmente aplastante en muchos sentidos" cuando "empezábamos a ver la recuperación, tras un buen rebote en julio", dijo su directora general, Carolyn Fairbairn, a la BBC.
Estos anuncios llegan un día después de que los jefes de los servicios médicos británicos elevaron de 3 a 4, en una escala de 5, el nivel de alerta por la propagación del virus.
País más castigado de Europa con casi 42.000 muertes confirmadas por covid-19, el Reino Unido ve cómo el número de infecciones “se duplica cada siete días”, advirtió el asesor científico del gobierno, Patrick Vallance.
Si la epidemia siguiera esta curva, "llegaríamos a 50.000 casos por día a mediados de octubre" -frente a los 6.000 estimados en la actualidad- y esto podría provocar "200 muertes por día o más a mediados de noviembre", aseguró.
En el punto álgido de la pandemia, el Reino Unido llegó a registrar casi 1.000 muertes diarias.
“Si no cambiamos el rumbo, el virus despegará. Este es el camino en el que estamos”, había dicho el lunes Chris Whitty, máximo consejero médico de Inglaterra.
Según un sondeo exprés publicado el martes por la noche por YouGov, 77% de los casi 3.500 encuestados apoyan las nuevas medidas anunciadas por Johnson.