Washington. El Departamento de Justicia estadounidense anunció el lunes que pedirá la pena de muerte para Robert Bowers, quien asesinó a 11 personas en una sinagoga de Pensilvania en octubre pasado, en el ataque antisemita más mortífero en las últimas décadas en Estados Unidos.
Bowers, un camionero de 46 años, irrumpió en pleno shabat judío, el sábado 27 de octubre del 2018 en la sinagoga Árbol de la Vida de Pittsburgh con un rifle de asalto AR-15 y tres pistolas, asesinó a 11 fieles e hirió a otras siete personas, entre ellos varios policías.
Fue acusado de 44 cargos federales, varios de ellos que podrían acarrearle la pena capital.
Según Scott Brady, fiscal del distrito oeste de Pensilvania, “una condena a muerte se justifica” por su “odio y desprecio” hacia los judíos, y su “falta de remordimientos”.
En un documento judicial presentado ante la corte el lunes, Brady subrayó asimismo el hecho de que los crímenes fueron largamente premeditados y provocaron un elevado número de víctimas.
Bowers, un hombre blanco que no tenía antecedentes penales antes del crimen y vivía solo a unos 15 km de la sinagoga, se declaró inocente de todos los cargos y debe ser juzgado.
Tras su arresto, declaró que quería "matar judíos".
Su abogada indicó en mayo que esperaba alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para que Bowers se declarase culpable y fuese sentenciado a cadena perpetua en vez de a pena de muerte.
Pero hasta ahora no ha habido acuerdo. La fecha del juicio aún no ha sido fijada, indicó una portavoz del fiscal Brady.