Atenas. Las autoridades griegas afirmaron este domingo que las nuevas instalaciones, destinadas a acoger a solicitantes de asilo actualmente en las calles tras la destrucción del enorme y sórdido campo de Moria, en la isla de Lesbos, estarán listas “en cinco días”, en tanto los migrantes han vuelto a manifestarse.
“En cinco días la operación estará finalizada. Todo el mundo será instalado en el nuevo campamento”, indicó el ministro de Migraciones griego, Notis Mitarachi, quien ha visitado Lesbos durante dos días para coordinar los trabajos.
Miles de familias llevan varias noches durmiendo al raso sobre el asfalto, en las aceras o campos en Lesbos, luego de los grandes incendios del martes y miércoles que destruyeron el centro de registro e identificación en Moria, sin provocar víctimas.
Este campo fue creado en 2015 para limitar el número de migrantes llegados a Europa desde la vecina Turquía. Más de 12.000 personas vivían allí, entre ellas 4.000 niños.
Durante los últimos años, la falta de higiene y el hacinamiento en este campo de Moria han sido duramente criticados por las organizaciones de derechos de los refugiados, que con frecuencia solicitan a las autoridades griegas que trasladen a los solicitantes de asilo más vulnerables hacia el continente.
Los migrantes volvieron a manifestarse en calma este domingo de mañana, constató una periodista de la AFP.
“Sálvanos, Europa”, rezaba una pancarta.
Desde el sábado, 300 personas han sido instaladas en un nuevo campamento levantado en un ex campo de tiro estatal, a tres kilómetros de Mitilene, capital de la isla.
Este domingo, unos veinte solicitantes de asilo formaban fila ante la cerca de este campamento, esperando ser registrados por parte de las autoridades, según un periodista de la AFP.
Las autoridades indicaron que impondrán restricciones a la salida de migrantes de este campamento, a causa de la pandemia de covid-19.
Mitarachi estimó que unas “200 personas” entre los solicitantes de asilo podrían estar infectadas por el coronavirus.
Miedo a “una prisión”
Pero, centenares de estos se niegan a registrarse y entrar al nuevo campo, aduciendo que están hartos de esperar en Moria desde hace meses, algunos de ellos, años, para ser trasladados a instalaciones en Grecia continental.
Muchos migrantes temen ser encerrados, tras haber estado bajo confinamiento en Moria por la pandemia y ninguno quiere revivir esto: falta de higiene, violencia y reyertas casi cotidianas entre diferentes etnias.
El sábado ya hubo una manifestación no lejos del nuevo campo, los migrantes agitaban carteles clamando “¡Libertad!” o “Queremos irnos de Moria”. Los manifestantes arrojaron pedradas a la policía, que replicó con gases lacrimógenos.
“En Moria podíamos salir, pero aquí (el nuevo campo) será como una prisión”, deplora Zola, una congoleña que duerme con su bebé de cinco meses junto a la carretera desde el martes.
Mitarachi insistió en que el campo sólo estará “12 horas” cerrado, y que los migrantes podrán salir el resto del día.
Este domingo, las fuerzas antidisturbios enviadas desde Atenas en estos días impidieron el acceso a periodistas al nuevo campo.
Los campamentos de migrantes en Grecia, incluyendo el de Moria, han estado confinados desde mediados de marzo por covid-19. Hasta ahora fueron detectados algunos centenares de casos en éstos.
Muchas organizaciones y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) consideraron que las medidas de confinamiento en los campos eran “discriminatorias” y “excesivas”, en tanto el gobierno desconfinó al país a comienzos de mayo.
Se investiga la causa de los incendios en Moria, pero las autoridades sugieren que fueron iniciados voluntariamente por solicitantes de asilo que desean abandonar la isla.