Aunque descansar constituye uno de los hábitos que impacta directamente en la salud de las personas, suele ser el menos atendido, ya que se sostiene la creencia de que una noche sin dormir no perjudica a nadie. No obstante, la cantidad de horas dedicadas al sueño sí incide en la salud.
La encuesta Sleep in America de la Fundación Nacional del Sueño en Estados Unidos, realizada en 2008, reveló que muchos adultos no cumplen con las recomendaciones de los especialistas y descansan 6 horas con 40 minutos durante la semana, mientras que los fines de semana alcanzan las 7,5 horas.
La higiene del sueño se erige como uno de los hábitos más desafiantes de adoptar, dado que puede ser afectada por la rutina laboral, el estrés e incluso los hábitos alimenticios de una persona.
Las horas específicas que una persona debe destinar al sueño, según la Universidad de Harvard, se determinan a partir de dos factores: la genética y la edad.
Las personas pueden ser clasificadas como “alondras” o “búhos” según su reloj biológico, el cual se ajusta a aproximadamente 24 horas. Si este reloj funciona a un ritmo más acelerado y la persona se despierta temprano, se le considera una “alondra”; en cambio, si funciona más lentamente y se acuesta tarde, se le clasifica como un “búho”.
Aunque la mayoría de los adultos sanos requiere al menos siete horas de sueño por cada ciclo de 24 horas, pocos logran completar estos ciclos de forma ininterrumpida. De hecho, la mayoría experimenta dificultades para conciliar un sueño continuo durante la noche.
Se considera que ocho horas de sueño conforman “una noche de sueño completa”, dado que ciclos más cortos pueden afectar la salud e incluso acelerar el proceso de envejecimiento.
“Los malos hábitos alimenticios a altas horas de la noche pueden ser los culpables, además de que los investigadores encontraron que las personas que duermen mal pueden sufrir cambios hormonales que los predisponen al aumento de peso”, se menciona en un artículo publicado en el portal de la Universidad de Harvard.
Adicionalmente, otras investigaciones revelaron que los hombres que duermen menos tienen una expectativa de vida más corta en comparación con aquellos que mantienen una mejor higiene del sueño. Aunque es difícil establecer una relación de causa y efecto entre el sueño y la esperanza de vida, dada la interferencia de las enfermedades en un sueño adecuado.
¿Cuántas horas se deben dormir según la edad?
La Universidad de Harvard propone las siguientes cantidades exactas de horas de sueño para distintos grupos etarios:
- Bebés de 4 a 12 meses: 12 a 16 horas.
- Niños de 1 a 2 años: 11 a 14 horas.
- Niños de 3 a 5 años: 10 a 13 horas.
- Niños de 6 a 12 años: 9 a 11 horas.
- Adolescentes de 13 a 18 años: 8 a 10 horas.
- Adultos de 18 años en adelante: al menos 7 horas.
Recomendaciones para mantener una adecuada higiene del sueño:
- Evitar alimentos difíciles de digerir antes de acostarse.
- Abstenerse de consumir cafeína y alcohol.
- No realizar actividades estresantes o ejercicio justo antes de dormir.
- Evitar la exposición a la luz de dispositivos como teléfonos celulares o computadoras portátiles.
- Priorizar el sueño como una actividad fundamental para la salud.
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