Don't want to miss a thing? Watch the final moments from the #DARTMission on its collision course with asteroid Dimporphos. pic.twitter.com/2qbVMnqQrD
— NASA (@NASA) September 26, 2022
Washington. Una nave espacial de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) chocó deliberadamente este lunes contra un asteroide para desviarlo de su trayectoria, una prueba inédita para buscar mecanismos que permitan defender a la Tierra de una colisión devastadora de un objeto cósmico.
La nave, más pequeña que un automóvil, colisionó a más de 20.000 kilómetros por hora contra su objetivo, al que alcanzó a la hora prevista, las 11:14 hora local (5:14 p. m. hora en Costa Rica). Los equipos de la NASA, reunidos en el centro de control de la misión en Maryland, estallaron de felicidad ante las imágenes espectaculares del asteroide Dimorphos acercándose hasta poco antes del impacto.
En la transmisión en vivo se podían distinguir, claramente, las rocas en la superficie gris del asteroide situado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.
“Nos embarcamos en una nueva era, en la que tenemos potencialmente la capacidad de protegernos de un impacto de asteroide peligroso”, declaró Lori Glaze, directora de Ciencias Planetarias de la NASA.
Según los científicos, esta novedosa prueba de “defensa planetaria” permitirá proteger mejor a la humanidad de una eventual amenaza futura.
El asteroide objetivo no representaba ningún peligro, pero la misión DART, pretendía “ayudar a determinar nuestra respuesta si detectamos un asteroide que amenaza con golpear la Tierra” en el futuro, dijo el lunes el jefe de la NASA, Bill Nelson.
Serán necesarios varios días o quizá semanas para que los científicos puedan confirmar que la trayectoria del asteroide realmente cambió, y lo harán gracias a telescopios en la Tierra que observarán el cambio de brillo cuando el pequeño asteroide pase delante o detrás del grande.
LEA MÁS: ¡Igual que en ‘Armageddon’! NASA estrellará nave contra un asteroide
El momento del impacto, a 11 millones de kilómetros de la Tierra, pudo seguirse en directo en el canal de la NASA. La nave despegó en noviembre de California. Tras diez meses de viaje, cumplió su meta este lunes.
“Estamos cambiando el movimiento de un cuerpo celeste natural en el espacio; la humanidad nunca había hecho esto antes”, dijo Tom Statler, científico jefe de la misión.
“Es algo sacado de los libros de ciencia ficción y de los episodios de Star Trek de cuando era niño. Y ahora es real”, agregó.
El objetivo era en realidad un par de asteroides: uno grande, Didymos (de 780 metros de diámetro), y su satélite, Dimorphos (de 160 metros de diámetro), en órbita a su alrededor. Los dos están a solo un kilómetro de distancia.
Es contra el pequeño, Dimorphos, que la nave debía estrellarse. Este asteroide giraba alrededor del más grande en 11 horas y 55 minutos, pero el proyecto de la NASA buscaba reducir su órbita en al menos 10 minutos.
Cámara integrada
La cámara integrada en la nave, llamada DRACO, tomó una imagen por segundo, y las envió a la Tierra con un retraso de apenas 45 segundos. Gracias a esto, los expectadores vieron, desde la Tierra, el momento del impacto. Para alcanzar un objetivo tan pequeño, la nave se dirigirá de forma autónoma durante las últimas cuatro horas, como un misil autoguiado.
Según lo planificado, la nave apuntó primero a Didymos, antes de que apareciera Dimorphos. El pequeño asteroide, del cual nunca antes se vieron imágenes, inicialmente no aparecía más grande que un píxel, antes de llenar todo el campo visual, hasta que se produjo el silencio de radio después de la explosión.
Las aproximadamente cuarenta personas presentes en la sala de control del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins, en Maryland, celebraron el acontecimiento.
Tres minutos después, un satélite del tamaño de una caja de zapatos, llamado LICIACube y lanzado por DART hace unos días, pasó a unos 55 kilómetros del asteroide para capturar imágenes de la colisión, que fueron enviadas a la Tierra y llegarán en las próximas semanas y meses.
El evento también fue observado por los telescopios espaciales Hubble y James Webb, que en teoría, detectaron una brillante nube de polvo. Todo esto debería permitir comprender mejor la composición de Dimorphos, representativo de una población de asteroides bastante comunes y, por tanto, medir el efecto que esta técnica, denominada impacto cinético, puede tener sobre ellos.
LEA MÁS: NASA considera dos nuevas fechas para lanzar megacohete a la Luna
Desconocidos
Los asteroides sorprendieron a los científicos en el pasado. En el 2020, la sonda estadounidense Osiris-Rex se hundió mucho más de lo esperado en la superficie del asteroide Bennu.
Actualmente, se desconoce la porosidad de Dimorphos.
“Si el asteroide responde al impacto de DART de una manera totalmente imprevista, en realidad podría llevarnos a reconsiderar hasta qué punto el impacto cinético es una técnica generalizable”, indicó Statler.
Ninguno de los asteroides conocidos amenaza a la Tierra durante los próximos 100 años. En sus inmediaciones se catalogaron cerca de 30.000 asteroides de todos los tamaños, a los que les llama objetos cercanos a la Tierra, es decir que su órbita cruza la órbita terrestre.
Los de un kilómetro o más fueron avistados casi todos, según los científicos. Pero estiman que solo conocen alrededor del 40% de los asteroides que miden 140 metros o más, capaces de devastar una región entera.
“Nuestro trabajo más importante es encontrar” a los que faltan, dijo Lindley Johnson, agente de defensa planetaria de la NASA. Cuanto antes se detecten, más tiempo tendrán los expertos para determinar la mejor manera de defenderse de ellos.
Pero la misión DART es un primer paso crucial, dijo Johnson: “Es un momento muy emocionante (...) para la historia espacial, e incluso para la historia de la humanidad”.