El presidente Nayib Bukele recrudeció sus ataques contra el periodismo independiente de El Salvador desde la publicación de un reportaje del diario digital El Faro, el mes pasado, en el que se reveló que el gobierno salvadoreño ha negociado durante un año con líderes de la pandilla Mara Salvatrucha la reducción de homicidios y apoyo electoral a cambio de beneficios carcelarios.
La usual desacreditación del mandatario hacia El Faro se tornó más grave la noche del 24 de setiembre cuando dio a conocer en cadena nacional que el Ministerio de Hacienda le abrió una investigación por lavado de dinero al periódico, considerado el más prestigioso del país centroamericano.
El anuncio encendió las alarmas de la comunidad internacional y levantó fuertes críticas contra Bukele, cuya retórica se ha inclinado más hacia el autoritarismo, principalmente desde el inicio de la pandemia.
El director de El Faro, José Luis Sanz, comenta en esta entrevista que el presidente salvadoreño lidera una estrategia política que consiste en atacar a quien lo cuestione, una táctica que lo conduce hacia una mayor concentración de poder y pone en riesgo la democracia.
Con preocupación, Sanz dibuja un posible escenario en el que la ofensiva del Ejecutivo se vuelva mucho más agresiva, pero esto depende en parte de dos acontecimientos: los comicios legislativos en El Salvador y las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Además, habla sobre la trascendencia del reportaje que molestó al presidente.
– ¿Los ataques del gobierno de Nayib Bukele contra El Faro se han agravado desde la publicación del reportaje en que se dieron a conocer las negociaciones entre el Ejecutivo y los pandilleros de la Mara Salvatrucha?
– Los ataques hacia El Faro vienen de una estrategia de fondo que se ha desarrollado desde que Nayib Bukele llegó al poder, pero sin duda en los últimos meses cada vez que el gobierno pierde control de la narrativa y que el presidente percibe que el periodismo de investigación de El Faro o de otros medios golpea su imagen, la respuesta es muy violenta.
"Después de nuestro reportaje revelando la negociación secreta entre el gobierno de Bukele y la Mara Salvatrucha, las amenazas se volvieron mucho más evidentes. Lo más grave se dio cuando el presidente anunció en cadena nacional que el Ministerio de Hacienda está tratando de construir un caso de lavado de dinero contra nosotros.
“En ese sentido, el anuncio del presidente fue una amenaza clarísima y creo que sí responde al hecho de que nuestro periodismo está deshaciendo su narrativa. La gran obsesión de Nayib Bukele es controlar lo que él llama la verdad”.
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– ¿Por qué la investigación molestó tanto al presidente? ¿Cuáles son los puntos sensibles que está tocando El Faro?
– La investigación es muy importante en cuanto al impacto que puede tener en la imagen del gobierno por tres razones: la primera, es que revela su hipocresía. Estamos hablando de un gobierno que presume de mano dura, que presume de violencia policial, pero que en realidad como han hecho gobiernos anteriores y como el mismo Bukele hizo en el pasado cuando era alcalde de San Salvador, negocia en secreto.
"La segunda, es que es un tema muy delicado para la población, es muy emocional. El tema de la negociación con las pandillas y de la seguridad es algo que toca dolor acumulado de una sociedad como la salvadoreña. Incluso, para un presidente con tanta popularidad como Nayib Bukele esto tiene un impacto de opinión pública importante.
“Y lo tercero, es que lo pone en una situación complicada con Estados Unidos que es el único socio sólido que le queda a este proyecto político cada vez más autoritario, porque Estados Unidos califica a la Mara Salvatrucha como un grupo terrorista internacional. El presidente Donald Trump ha utilizado términos muy agresivos y despectivos hacia la Mara Salvatrucha”.
– ¿Cómo los tomó el anuncio que hizo el mandatario sobre la investigación por lavado de dinero contra El Faro en una cadena de televisión nacional?
– Es muy grave la amenaza, porque en el fondo es el presidente confesando a grosso modo que está utilizando el Estado para atacar a un medio de comunicación. Es muy grave además que utilizara la cadena nacional, una herramienta muy poderosa de comunicación que hace que todos los canales de televisión y todas las emisoras de radio del país en ese momento estén emitiendo un único discurso, la voz del presidente.
“Es una forma tremendamente agresiva de tratar de desacreditarnos frente a todo el país. ¿Nos tomó por sorpresa? Lamentablemente cada vez hay menos que nos pueda sorprender de este gobierno, pero francamente yo no esperaba que hiciera público lo que nosotros sospechábamos.
“Hacía meses que el Ministerio de Hacienda nos estaba sometiendo a una auditoría claramente con intención política”.
– ¿Teme alguna represalia que vaya más allá de la desacreditación?
– Absolutamente. No solo temo que la situación se agrave, sino que estoy seguro que los ataques al periodismo y a los medios independientes van a empeorar.
"Nayib Bukele está concentrando cada vez más poder y está haciendo uso de todas las herramientas a su alcance para debilitar cualquier oposición política, acabar con cualquier viso de pluralismo y construir un clima de absoluto terror para cualquiera que exprese una opinión divergente o que cuestione al Ejecutivo.
“Si este gobierno en su primer año en Casa Presidencial ha atacado con esta violencia y agresividad a los medios de comunicación, pensar que con más poder va a atacar menos al periodismo es iluso”.
– ¿Y estima posible que haya detenciones?
– Nosotros seguimos teniendo la posibilidad de detenciones. De hecho, desde hacía semanas estábamos recibiendo alertas de que se planeaba acusar a El Faro de lavado de dinero a pesar de que no haya ninguna prueba ni ningún sustento para una acusación tan absurda como esa y que esa acusación iba a traer de la mano órdenes de detención para quienes somos representantes legales de la empresa.
“Si el Ministerio de Hacienda traslada la investigación a la Fiscalía, lo que tememos es que la intención vaya mucho más allá de simplemente desacreditarnos y que quieran obstaculizar el trabajo del periódico mediante detenciones o mediante un intento de congelar nuestras cuentas bancarias”.
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– ¿Cómo ha sido la relación entre Nayib Bukele y la prensa salvadoreña?
– Nayib Bukele ha atacado históricamente a los medios de comunicación. Cuando decía antes de que esto es una estrategia, lo decía porque en un momento empezó a tomar algunas acciones y a tener un discurso muy agresivo, incluso siendo presidente electo.
“Pero después del 9 de febrero cuando Bukele entró con militares en el Congreso y sobre todo luego de los meses de mayo y junio, cuando diferentes medios publicamos en paralelo una serie de investigaciones que tenían como elemento común posibles casos de corrupción en el uso de los fondos de emergencia para combatir la covid-19, la respuesta de Bukele se fue volviendo cada vez más agresiva.
"Lo que me parece es que si juntamos las piezas, tomando en cuenta que la última pieza es que el gobierno acaba de lanzar un nuevo noticiero y el presidente anunció la creación de una empresa estatal que publicará un nuevo periódico impreso y digital con fondos públicos que llegará a todos los rincones del país, lo que vemos es que Nayib Bukele está tratando de tumbar el periodismo independiente de El Salvador.
“Al mismo tiempo que consolida una tremenda estructura de propaganda que ya ha funcionado de cierto modo en forma de páginas web y cuentas anónimas en redes sociales. Evidentemente no estamos hablando de la construcción de un marco democrático del debate de ideas, estamos hablando de que él aspira a tener un control absoluto de la conversación de la opinión pública”.
Graves acusaciones contra Bukele en El Salvador:
— DW Español (@dw_espanol) September 5, 2020
"Ocultan las negociaciones con las maras porque saben que son impopulares"
El periodista Óscar Martínez explica a DW las revelaciones del diario digital El Faro. /jam pic.twitter.com/rd9ScuGkQh
– En esta estrategia, ¿cuál es el peso que tienen las elecciones legislativas de febrero?
– Las elecciones que vienen son muy importantes y de su resultado va a depender el futuro inmediato de la democracia en el país. Nayib Bukele está desarticulando la democracia en El Salvador, ha confrontado no solo con todo el resto de partidos políticos por vías legítimas e ilegítimas, está desacreditando cualquier voz crítica y ya en varias ocasiones ha desacatado órdenes de la Corte Suprema de Justicia.
“En estos momentos, el nivel de desgaste institucional y el riesgo para la democracia en El Salvador, aunque parezca exagerado porque estamos hablando de un hombre que solo lleva un año en el poder, es enorme”.
– ¿Qué representa para ustedes en estos momentos el apoyo internacional, tomando en cuenta que Bukele mantiene un alto nivel de popularidad?
– El apoyo internacional está siendo muy importante para nosotros, pero en el largo plazo es una situación complicada. Estamos en una región en la que la presión internacional no ha logrado que Daniel Ortega desista de sostener el régimen dictatorial. Estamos hablando de una Centroamérica en la que la vigilancia internacional no evitó que el presidente Jimmy Morales deshiciera la Cicig a pesar de que se trataba de un intento por obstaculizar la lucha contra la corrupción.
“En Centroamérica en estos momentos se está consolidando un clima de impunidad que desafía el alcance real de la voz y de la presión de la comunidad internacional. Aún así me parece que es muy importante que se mantenga la vigilancia y que no se calle frente a lo que está sucediendo”.
– ¿Cuáles son los escenarios para Nayib Bukele en caso de que Donald Trump sea reelegido o Joe Biden gane las elecciones de Estados Unidos?
– Si Donald Trump sigue gobernando Estados Unidos cabe esperar que esta especie de cheque en blanco que cree tener Nayib Bukele se prolongue, lo cual sería un escenario nefasto. Aún así queda esperanza que desde el Departamento de Estado o desde el Congreso, o incluso desde el Partido Republicano, empiecen a haber voces llamando la atención sobre lo que sucede en El Salvador.
"La situación podría ser distinta si gana Joe Biden. Gente de su entorno ya se ha expresado con respecto a la importancia que tiene no solo la libertad de expresión, sino el trabajo del periodismo independiente en un país como El Salvador. Claramente para Nayib Bukele va a ser más difícil seguir con su proyecto autoritario, va a tener más obstáculos y va a recibir más críticas si hay un cambio en la Presidencia.
“Creo que él es consciente de eso, y también creo que eso es lo que hace que ahora mismo esté lanzando ataques tan virulentos ante un posible de escenario de un 2021 en el que a pesar de tener más poder, también se sienta más cuestionado desde un país con gran influencia en El Salvador como Estados Unidos”.