Riad. Al igual que el resto de mujeres sauditas, Fahda Fahd tenía impedimento legal para conducir un vehículo hasta 2018, pero ahora utiliza su Kia color verde limón para obtener dinero extra ante el creciente costo de la vida en el reino conservador. Cuando no trabaja a tiempo completo en un centro de llamadas de salud, la mujer de 54 años hace servicios de transporte mediante una aplicación exclusiva para mujeres.
Fahd dice que su familia la apoya en su segundo empleo con dos condiciones: no hacer viajes largos ni llevar hombres como pasajeros. ”Decidí trabajar como taxista para ganar dinero extra. Mi salario es insuficiente para mis tres hijos, especialmente para mi hija, que tiene necesidades especiales”, dijo Fahd.
La vida de muchos sauditas cambió con las profundas reformas sociales, incluyendo el fin de la prohibición para que las mujeres conduzcan coches, pero el encarecimiento de la vida es un problema creciente. Fahd dice que su salario de 4.000 riyales sauditas ($1.066) por mes de su empleo regular es insuficiente, pero con el vehículo gana otros 2.500 riyales.
Normalmente sale a trabajar de taxista antes de iniciar su turno a las 2 p. m. locales, y a veces acepta pasajeros de camino a casa a las 10 p. m., y dice que valora los horarios flexibles.
“Me ha permitido ayudarle a mi esposo jubilado a pagar las cuentas y las necesidades escolares de mis hijos”, explicó, mientras revisaba su teléfono por una nueva corrida.
El costo de la vida viene subiendo en Arabia Saudita, que busca reducir su dependencia del petróleo, y en julio de 2020 aumentó a 15% el impuesto al valor agregado. En diciembre pasado, el costo del transporte subió un 7,2% interanual, como parte del incremento de 1,2% en los precios al consumidor.
Un tercio de la fuerza laboral
Al mismo tiempo, millones de mujeres sauditas buscan empleo, al crecer la aceptación del trabajo femenino en esta sociedad fuertemente patriarcal. Las mujeres llegaron a ser más de un tercio de la fuerza laboral el año pasado, según cifras gubernamentales. Ahora se les ve atendiendo clientes en restaurantes, cafés y zapaterías, empleos que antes ocupaban extranjeros.
Tradicionalmente, las mujeres sauditas tienen prohibido tratar con hombres fuera de su familia ampliada.
Insaf, de 30 años y madre de tres, dijo que comenzó a conducir luego de la repentina muerte de su esposo.
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“No nos dejó una fortuna, así que tuve que trabajar para sustentar a mis hijos. Utilizo el automóvil de mi difunto esposo para llevar a mujeres y niños del barrio a las escuelas o centros comerciales”, contó. “Mi trabajo como taxista me ha dado una nueva oportunidad en la vida”, declaró bajo un seudónimo, para resguardar su privacidad.
Desde 2018, más de 200.000 mujeres en Arabia Saudita han obtenido licencia de conducir y la venta de vehículos subió 5% el año pasado, según la prensa. Una pasajera, la egipcia Aya Dial, de 29 años, dijo que se siente “más cómoda tratando con mujeres”, y una cliente Saudita que no se identifico expresó el mismo criterio. ”Me siento como con mi hermana”, comentó, en el asiento delantero junto a Fahd.