Legisladores a favor y en contra del aborto comenzaron a librar el domingo lo que promete ser una batalla tensa y duradera, tanto a nivel de cada estado como en el Congreso, en unos Estados Unidos profundamente divididos sobre el tema, en momentos en que las interrupciones de embarazos podrían ser prohibidas en la mitad del país.
Por tercer día consecutivo, los defensores del derecho al aborto se movilizaron para protestar contra la decisión de la Corte Suprema de anular lo que muchos consideraban un derecho adquirido desde hace casi 50 años.
Una vigilia con velas fue programada para la noche del domingo frente al tribunal superior, cerca del Capitolio.
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En un país fragmentado entre estados que ya negaron o negarán próximamente el derecho al aborto, garantizado desde 1973, y los que lo mantendrán o incluso lo fortalecerán, las diferencias de opinión han dado lugar a choques durante las movilizaciones del fin de semana, lo que provocó decenas de detenciones y algunos casos de vandalismo.
En pocas horas, ocho estados impusieron desde el viernes -con Misuri a la cabeza- prohibiciones inmediatas al aborto y un número similar hará lo mismo en cuestión de semanas.
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En un primer vistazo a las batallas legales que se avecinan, la organización proveedora de servicios de aborto más grande del país, Planned Parenthood, presentó una demanda en Utah para bloquear la prohibición decidida en ese estado.
Los gobernadores demócratas de Michigan y Wisconsin intervinieron a su vez para tratar de mantener la legalidad del aborto en esos dos estados del Medio Oeste.
Kristi Noem, gobernadora republicana de Dakota del Sur, donde el aborto ya ha sido prohibido en todos los casos, incluso de violación e incesto, calificó el fallo de la corte de "maravillosa noticia en defensa de la vida".
Hablando en "This Week", de la cadena televisiva ABC, Noem también expresó su apoyo a la legislación que prohíbe los "abortos por telemedicina" en los que un médico prescribe píldoras para interrumpir un embarazo, algo que puede llegar a convertirse en un recurso para las mujeres que quieran abortar en estados donde ya es o será ilegal hacerlo.
El gobernador Asa Hutchinson, de Arkansas, argumentó por su lado que "obligar a alguien a llevar a término un embarazo" para salvar a un bebé por nacer constituye un empleo "apropiado" del poder del gobierno.
Los estados deberían ayudar a las madres y a los recién nacidos con más servicios, incluida la adopción, dijo en "Meet the Press", de NBC.
El republicano se opuso, no obstante, a reclamos de prohibición del aborto a nivel federal, un objetivo final de numerosos sectores de la derecha religiosa, o de imponer restricciones a la anticoncepción, algo que en Arkansas "no se va a tocar", según dijo.
El presidente Joe Biden condenó el fallo de la Corte Suprema como un "trágico error".
La mayor esperanza del presidente de que esa decisión se revierta es que los votantes defiendan el derecho al aborto en las elecciones de mitad de período de noviembre.
Mientras tanto, los demócratas han prometido defender los derechos reproductivos de las mujeres de todas las formas posibles.
En Wisconsin, donde podría volver a entrar en vigor una ley de 1849 que prohíbe el aborto excepto para salvar la vida de la madre, el gobernador Tony Evers dijo que ofrecerá clemencia a cualquier médico que se enfrente a un proceso judicial, según medios locales.
La gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, prometió por su lado "luchar como el infierno" por defender el derecho al aborto y dijo que una orden judicial temporal ha sido presentada en ese sentido.
La candidata demócrata a la gobernación de Georgia, Stacey Abrams, dijo a CNN que en los próximos días su estado prohibirá todos los abortos después de las seis semanas de embarazos. "Es espantoso, y si soy gobernadora, haré todo lo posible para revertirlo", anunció.
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La congresista progresista Alexandria Ocasio-Cortez advirtió que escenarios de pesadilla pronto pueden volverse realidad, ya que las mujeres que se ven obligadas a continuar con embarazos no deseados deberán viajar largas distancias a estados donde el aborto sigue siendo legal o someterse a abortos clandestinos.
"Obligar a las mujeres a tener embarazos en contra de su voluntad las matará. Las matará", clamó la legisladora en declaraciones a NBC, instando a Biden a explorar la apertura de clínicas de atención médica en tierras federales en estados conservadores para ayudar a acceder a los servicios de aborto.
Según una encuesta de CBS publicada el domingo, el 59% de los estadounidenses y el 67% de las mujeres desaprobaron el fallo de la corte.