Aunque podría parecer que las mascotas ocasionalmente interpretan las emociones humanas, un equipo de científicos descubrió que los canes experimentan estrés cuando sus propietarios lloran, así como lo hacen ante el llanto de otro animal.
Además de los perros, los cerdos domésticos también pueden distinguir entre los humanos que lloran en voz alta y aquellos que emiten zumbidos, aunque se observó que los perros muestran mayor inquietud frente al llanto, según un estudio publicado en la revista Animal Behavior.
Este hallazgo sugiere que los perros evolucionaron para comprender mejor las emociones humanas a lo largo de su proceso de domesticación.
Investigaciones previas también han revelado que los perros son capaces de experimentar un fenómeno emocional conocido como “contagio emocional”, alineando sus estados emocionales con los de sus dueños.
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“Fue de nuestro interés determinar si el contagio emocional observado entre perros y humanos estaba relacionado con la estructura acústica bien conservada de algunas vocalizaciones emocionales en todas las especies, o si era promovido por la selección específica de los perros para cooperar y depender de los humanos”, declaró Fanni Lehoczki, autora del estudio e investigadora de comportamiento animal en la Universidad Eötvös Loránd en Hungría, en un comunicado accesible para el medio Newsweek.
¿Cómo se evaluó el estrés de los perros al escuchar el llanto de sus dueños?
Para investigar si estas respuestas al estrés eran comunes en otros animales domésticos inteligentes o específicas de los perros, los investigadores compararon las reacciones de los perros y los cerdos de compañía, que no tienen una historia de domesticación orientada a la cooperación como la de los perros, frente a sonidos de humanos llorando y emitiendo zumbidos. El zumbido es un sonido no negativo, pero extraño, mientras que el llanto es emocionalmente negativo, pero familiar para los animales.
“Para recoger estos datos, empleamos el ‘enfoque de ciencia ciudadana’”, señaló Paula Pérez Fraga, coautora del estudio e investigadora también en la Universidad Eötvös Loránd. “Los animales fueron evaluados de manera remota en sus hogares por sus dueños, facilitando así la inclusión de un mayor número de sujetos de estudio provenientes de diferentes partes del mundo”.
Los resultados revelaron que los cerdos mostraron mayor estrés al escuchar zumbidos, mientras que los perros se mostraron estresados al escuchar el llanto humano.
Este estudio es considerado el primero en comparar las respuestas conductuales ante vocalizaciones emocionales humanas en dos especies domésticas sociales mantenidas como animales de compañía.
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Adicionalmente, este reciente descubrimiento podría atribuirse al largo proceso de domesticación de los perros a lo largo de milenios, durante el cual hubo una intensa presión de selección para que estos animales cooperaran con los humanos y comprendieran sus emociones.
El hecho de que los perros se estresen ante los sonidos del llanto refuerza la idea de un contagio emocional con los humanos. Por otro lado, los cerdos que muestran estrés ante el zumbido podrían estar ejemplificando una neofobia, es decir, un temor a lo nuevo, manifestándose como ansiedad ante un sonido desconocido.