Las autoridades alemanas, portuguesas e inglesas iniciaron el 23 de mayo nuevas búsquedas en una presa en Portugal, para avanzar en la investigación de la desaparición la niña británica Madeleine McCann, de quien se desconoce su paradero desde el 2007.
Varios policías recorrieron las orillas del embalse de Arade, a unos 50 kilómetros del lugar donde desapareció “Maddie” en el sur de Portugal, con la ayuda de un perro de búsqueda y una lancha de los bomberos locales, según observaron periodistas de AFP.
Estas operaciones “están actualmente en curso en Portugal”, indicó un comunicado de la fiscalía de Brunswick (norte de Alemania), encargada del caso. La justicia alemana no dio más detalles sobre las búsquedas de este caso, uno de los mayores enigmas criminales de los últimos años.
La policía portuguesa indicó en un comunicado que “los esfuerzos siguen para esclarecer totalmente la situación”. El 3 de mayo del 2007, Madeleine desapareció poco antes de cumplir cuatro años, en la región turística del Algarve, en Portugal, donde estaba de vacaciones con su familia.
Los medios de comunicación portugueses indicaron que la Policía ya peinó el embalse en 2008, pero los submarinistas solo encontraron restos animales. El alemán Christian B., pederasta reincidente, es desde el 2020 el principal sospechoso de su desaparición.
La investigación estuvo estancada durante años antes de que las autoridades se fijaran en este hombre, que vivía en esa época a unos kilómetros del hotel. La Fiscalía de Brunswick lleva desde entonces su propia investigación, colaborando con las autoridades portuguesas y alemanas.
La revista semanal portuguesa Expresso indicó que el sospechoso pasaba habitualmente tiempo cerca del embalse, a las afueras de la pequeña ciudad de Silves. Christian B. cumple actualmente una pena de siete años de cárcel en Alemania por la violación de una estadounidense de 72 años.
Fue también inculpado por otros cinco crímenes y delitos sexuales cometidos entre 2000 y 2017 en Portugal. La desaparición de “Maddie” dio lugar a una excepcional campaña en la que las fotos de la pequeña, de ojos claros y pelo castaño, dieron la vuelta al mundo.