París. La activista iraní Narges Mohammadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz este viernes, dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos en su país, oponiéndose al uso obligatorio del velo para las mujeres y a la pena de muerte. Fue detenida y encarcelada en repetidas ocasiones como consecuencia de su lucha.
Esta periodista, de 51 años, fue condenada por última vez en enero de 2022 a ocho años de prisión y 70 latigazos, pagando un alto precio por su activismo público durante los últimos 22 años, desde su primera detención.
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Según Reporteros Sin Fronteras, Mohammadi, actualmente recluida en la prisión de Evin en Teherán, enfrenta un “hostigamiento judicial y policial destinado a silenciarla”. Sin embargo, su determinación permanece inquebrantable a pesar de las torturas que asegura haber sufrido.
El 16 de setiembre, ella y otras tres prisioneras quemaron sus velos en el patio de la cárcel, conmemorando el aniversario de la muerte de Mahsa Amini, según su cuenta de Instagram, administrada por su familia. Amini, una kurda iraní de 22 años, murió después de ser detenida por presuntamente infringir el estricto código de vestimenta para las mujeres, lo que desencadenó un amplio movimiento de protesta en la República Islámica.
Dos meses antes, Mohammadi publicó en Instagram un texto en contra del velo obligatorio: “En este régimen autoritario, la voz de las mujeres está prohibida, el cabello de las mujeres está prohibido. (...) No aceptaré el hiyab obligatorio”.
Nacida en 1972 en Zanyán, en el noroeste de Irán, Narges Mohammadi estudió Física antes de convertirse en ingeniera y comenzar simultáneamente su carrera en el periodismo, trabajando para diarios reformistas.
En los años 2000 se unió al Centro de Defensores de los Derechos Humanos, fundado por la también Premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi y del cual es vicepresidenta en la actualidad, luchando, entre otras causas, por la abolición de la pena de muerte.
“Narges podría haber abandonado el país, pero siempre se negó. Se convirtió en la voz de los sin voz. Incluso en prisión, no olvida su deber e informa sobre la situación de los prisioneros”, afirma Reza Moini, activista iraní basado en París que la conoce bien.
En su libro “Tortura Blanca”, Mohammadi denuncia las condiciones de vida de las prisioneras, especialmente el aislamiento y los abusos que ella misma afirma que sufrió. Entre mayo de 2015 y octubre de 2020, fue encarcelada por “formar y liderar un grupo ilegal” que abogaba por la abolición de la pena de muerte.
En mayo de 2021, fue condenada nuevamente a 80 latigazos y 30 meses de detención por “propaganda contra el sistema” y “rebelión” contra la autoridad penitenciaria.
En noviembre de 2021, fue detenida cerca de Teherán mientras asistía a una ceremonia en memoria de un hombre fallecido en 2019 durante una manifestación contra el aumento del precio del combustible.
No obstante, “el precio de la lucha no es solamente la tortura y la cárcel, es un corazón que se desgarra con cada privación, un sufrimiento que penetra hasta la médula”, escribió Mohammadi a esta agencia en setiembre.
“Hace más de ocho años que no veo a Kiana y Ali, y hace más de un año y medio que no he escuchado siquiera su voz. Es un dolor insoportable e indescriptible”, lamentó. Sus hijos gemelos, de 17 años, y su esposo, Taghi Rahmani, viven en Francia.
“En 24 años de matrimonio, hemos tenido solo cinco o seis años de vida juntos”, indicó Rahmani recientemente a esta agencia. Este último se preocupa por la salud de Mohammadi, quien padece una dolencia cardíaca. Pero “es la persona más decidida que conozco. Nunca se ha rendido, no pueden quebrantarla”, asegura.
Por su parte, Mohammadi admitió no tener “prácticamente ninguna perspectiva de libertad”. No obstante, “el pabellón de mujeres de Evin es uno de los pabellones de presas políticas más activos, resistentes y alegres de Irán”, agregó la activista.
“La prisión siempre ha sido el corazón de la oposición y de la resistencia en Irán, y para mí también encarna la esencia de la vida en toda su belleza”, sentenció la nueva Premio Nobel de la Paz.