San Salvador. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, endureció sus reproches a la prensa y organismos humanitarios y generó el temor de mayores choques en la campaña hacia las elecciones legislativas y municipales de febrero, advirtieron este viernes analistas.
Las arremetidas de Bukele contra la prensa independiente, la academia y organismos humanitarios "es una posición de alarma", opinó la coordinadora del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (IUDOP), Laura Andrade.
Bukele busca "potenciar la polarización dentro de la ciudadanía y en ese sentido los medios de comunicación independientes y la academia han sido el blanco" de sus ataques, dijo Andrade.
LEA MÁS: Fiscalía de El Salvador investiga negociación entre gobierno de Nayib Bukele y la pandilla MS-13
El presidente reprochó el jueves en un mensaje al país el trabajo de los cuatro principales diarios del país, que han dejado de cuestionar a los partidos rivales y defendió una investigación del Ministerio de Hacienda al diario digital El Faro, un crítico del mandatario.
El mandatario censuró también a organismos humanitarios que cuestionaron que la Fuerza Armada haya bloqueado el acceso de un juez a los archivos militares en el marco de una investigación sobre la masacre de El Mozote que dejó casi un millar de muertos en 1981.
"Esto es una campaña política porque vienen las elecciones (y es) orquestada de parte de todos los que sienten que pierden sus privilegios y su sistema que los mantiene en el poder y en la corrupción", declaró Bukele en referencia a los medios que lo critican.
Desde las 4:42 pm comencé a consultar a @SecPrensaSV si habría oportunidad de preguntar en la cadena nacional. Cuando autorizaron el ingreso a Capres (6:30-7) dijeron que ya habían repartido los únicos 3 espacios para preguntas. Tocó alzar mano y voz.
— Gabriel Labrador (@glabrador) September 25, 2020
👇🏽Esto no es irrumpir👇🏽 https://t.co/HyEDlyFNZ0
Investigación a diario
El mandatario dijo que el diario digital El Faro está bajo “investigación por lavado de dinero” por lo que el Ministerio de Hacienda les pidió documentos “como se le piden a cualquier empresa”.
La presión sobre El Faro coincidió con la publicación de un reportaje sobre un supuesto pacto entre el gobierno y la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) para reducir los homicidios en el país a cambio de beneficios a los pandilleros encarcelados.
Bukele ha negado negociar con la pandilla.
A pesar de exponer sus divergencias con la prensa, Bukele prometió "garantizar la libertad de expresión al máximo, 100%, y garantizar la libertad de prensa al máximo".
El mandatario utilizó un vídeo en el que el periodista Carlos Dada, uno de los fundadores de El Faro, declara ante una comisión legislativa que investiga los ataques a la prensa que el periódico entregará toda su información tributaria, pero no las actas de la junta directiva donde se discuten otros asuntos.
“Este gobierno no tiene un problema con El Faro, tiene un problema con la prensa independiente en general y eso lo ha demostrado, lo han sufrido colegas de revista Fáctum, colegas de La Prensa Gráfica” y la revista digital Gato Encerrado, declaró Óscar Martínez, uno de los editores de El Faro.
Para la coordinadora del IUDOP, el reproche a los medios digitales se debe a que, en el marco de la pandemia de la covid-19, la población se informa cada vez más por redes sociales las cuales han difundido ampliamente las investigaciones que "incomodan".
"Vemos que (las autoridades) necesitan diluir la fuerza que estos medios y sus investigaciones están tomando" de cara a los comicios legislativos y municipales del 28 de febrero, consideró Andrade.
Para el director de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad), Saúl Baños, los señalamientos de Bukele demuestran "la poca tolerancia" del presidente para "atender la crítica desde la sociedad civil".
El analista político Roberto Cañas, alertó que el país va en un “camino a ingobernabilidad”, cuando lo que debería prevalecer es “un ambiente de gobernabilidad” y “certidumbre” para salir de la crisis provocada por la pandemia de la covid-19.