Unos dibujos con contenido sexual explícito en los cuadernos de un niño de 11 años que cursaba quinto grado en una escuela en Bogotá, Colombia, alarmaron a un docente. Sabía que eso no era normal, que era un factor de riesgo, así que envió inmediatamente al alumno a la oficina de orientación escolar. Eso ocurrió el 23 de mayo de 2022.
En ese lugar se generó un espacio de confianza en el que el niño pudo contar que había sido abusado sexualmente por otros estudiantes en las instalaciones del colegio y que eso habría ocurrido hace dos meses, en el baño de la institución. Allí, sin que nadie pudiera auxiliarlo, hicieron lo que quisieron con su cuerpo. A causa del miedo de contar lo sucedido y las amenazas, se desahogaba pintando la escena en sus cuadernos.
De acuerdo con las directivas del colegio, luego de esta revelación se comunicaron con los encargados del menor. La docente orientadora junto con la profesional del equipo de Prevención de Violencias Basadas en Género les contaron todo lo sucedido.
Debido al impacto por el testimonio del niño, se generó un proceso de contención emocional y se priorizó su atención inmediata a través del sistema de salud y el acompañamiento para ayudarle al máximo a disminuir los sentimientos de culpa.
Mientras la víctima era evaluada por médicos en un hospital, se reportó el caso a la línea 123 para efectuar el acompañamiento de la Policía de Infancia y Adolescencia. También se remitió el caso a la Fiscalía General de la Nación y a la Secretaría de Salud.
El 25 de mayo, los padres del niño informaron que el estudiante fue dado de alta y que habían ido a las instalaciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para llevar a cabo exámenes físicos y las respectivas valoraciones que se realizan desde las áreas de trabajo social y psicología.
Sin embargo, otro es el testimonio de la familia del niño abusado. Ellos dicen que las directivas no reaccionaron a tiempo, que esperaron un día para informarles de la situación y que fueron ellos los que llevaron a la víctima a un centro médico para que fuera evaluado por profesionales.
“El daño que le hicieron a mi niño es incalculable. Tiene afectaciones físicas y psicológicas, lo representó en sus dibujos. Vamos a demandar a la institución porque no actuaron de forma correcta. Me hicieron una sola llamada y a eso le llaman acompañamiento”, dijo su madre.
Según el testimonio de la mamá del alumno, al menor lo venían amedrentando estudiantes de otros cursos. “Lo que nos ha dicho es que los amenazaban con una navaja. Por eso el niño venía teniendo comportamientos agresivos. Yo había pedido ayuda psicosocial porque él había perdido a su papá hace un año. Él era un niño en seguimiento”, declaró la progenitora.
Agregó que el día en que el menor fue abusado se fue de la casa y eso alertó aún más a la familia. “Yo les dije: algo le está pasando a mi hijo y necesito que me ayuden. Claro, lo habían abusado dos estudiantes y en los pasillos del colegio lo amenazaban”.
En el colegio y entre los estudiantes también hay disgusto. Lo han hecho saber a través de carteles en las que también han denunciado la presencia de armas, drogas y de más abusos sexuales. “No más, queremos soluciones y respuestas”, dice una de las reclamaciones. Denuncian además que la rectora del plantel no ha dado solución a todas estas problemáticas a pesar de que conoce la situación.
Ayer la familia del menor interpuso la demanda en la Fiscalía General de la Nación y realizó varias entrevistas forenses. “Esta investigación debe develar no solo lo que le pasó a mi hijo, sino todo los que sucede en ese colegio”.
Hay que recordar que la Secretaría de Educación Distrital (SED) habría puesto en conocimiento de las autoridades 163 casos sobre violencia sexual en las instituciones educativas, cometidos por servidores de la entidad. El compromiso del fiscal Francisco Barbosa fue que, tras un mes de recibir este paquete de información, se comenzarían a ver los primeros resultados en las investigaciones, pero aún faltan más avances.
Avances en las investigaciones
La Fiscalía notificó que, a la fecha, hay un avance en el esclarecimiento del 86,50 % de los casos de violencia sexual en los colegios del Distrito que habían sido puestos en conocimiento por la Alcaldía de Bogotá, y en los cuales la Secretaría de Educación de la ciudad tenía abiertos y en curso procesos disciplinarios, pero de estos solo el 7 % está en etapa de juicio con 12 docentes vinculados; otro 11 %, en investigación con 18 profesores imputados; 14 %, en indagación con órdenes de policía judicial vigentes, y 110 hechos continuarán en proceso disciplinario.