La ONG española, Proactiva “Open Arms”, denunció este domingo que las autoridades italianas rechazaron la ayuda de su barco en el rescate de un millar de migrantes frente a Libia, notificándoles que se ocuparían los guardacostas libios.
Los guardacostas italianos “nos dijeron que nosotros no éramos necesarios (...) y están diciendo que pasa a manos de la coordinación de los guardacostas libios, lo están diciendo oficialmente”, afirmó a la AFP una portavoz de la organización, Laura Lanuza.
Este hecho ocurre en momentos en que otro buque humanitario, fletado por la ONG alemana Lifeline, se encuentra varado cerca de Malta con 230 migrantes a bordo ante la negativa de Italia de abrir sus puertos a barcos de rescate con pabellón extranjero.
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Esta imagen fue tomada el 22 de junio de 2018 frente a la costa de Libia. Muestra a los migrantes que abordaron un barco portacontenedores de la compañía naviera danesa Maersk Line después de que fueron rescatados de un barco naufragado en el mar. Cinco inmigrantes murieron y casi 200 fueron rescatados de la costa de Libia. AFP Photo / Mission Lifeline e. V / Danilo Campanilla (DANILO CAMPAILLA/AFP)
Lanuza indicó que el barco “Open Arms” recibió la mañana de este domingo sucesivos avisos de emergencia por “siete u ocho” botes con distintas cantidades de migrantes a bordo en aguas cercanas a Libia.
“Si vas sumando cada notificación de emergencia recibida, la suma es de 1.000 personas aproximadamente que estarían necesitando ayuda", dijo Lanuza.
Pero cuando el “Open Arms”, a unas 60 millas de la zona de rescate, contactó con el centro operacional de guardacostas de Roma, a cargo de dar las precisiones para los rescates, éste les indicó que no necesitaban su ayuda.
“Si la coordinación es de los guardacostas libios, todas esas personas van a ser víctimas de devoluciones en caliente porque van a volver a Libia”, denunció Lanuza.
Poco después, la alcaldesa de Barcelona, la izquierdista Ada Colau, pidió al gobierno español del socialista Pedro Sánchez ayudar a Open Arms a “salvar vidas”, y ofreció su ciudad como “puerto seguro” para la llegada de migrantes.
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Esta foto fue publicadael 22 de junio de 2018 por la ONG alemana 'Mission Lifeline'. Muestra a los migrantes en un bote inflable rescatado antes de abordar el bote salvavidas Sea Life en el mar el 21 de junio de 2018. Italia dijo el 21 de junio de 2018 que se apoderaría de dos barcos de rescate de inmigrantes, uno de los cuales está varado en el Mediterráneo con más de 200 inmigrantes, y agregó que estaban "ilegalmente" enarbolando la bandera holandesa. (HERMINE POSCHMANN/AFP)
Ya el gobierno español aceptó recibir al buque “Aquarius”, que impedido de atracar en Italia navegó hasta el puerto de Valencia para desembarcar el domingo pasado a 630 migrantes rescatados cerca de Libia.
“Más de 1.000 personas a la deriva en siete barcas e Italia pretende dejarlas en manos de Libia, donde se tortura, viola y esclaviza a las personas”, aseveró Colau en Twitter.
El caso “Aquarius” puso nuevamente a los migrantes en el centro de la agenda de la Unión Europea (UE), que este domingo celebraba una minicumbre para tratar de desactivar la crisis política desatada en torno al tema de su acogida.