Roma. La organización humanitaria Save the Children hizo un llamado a Italia para que permita el desembarco de los menores rescatados en el mar Mediterráneo, en la última disputa diplomática sobre el destino de los inmigrantes salvados en el mar.
“Estos jóvenes han sufrido ya suficiente violencia y abuso durante su ruta a Italia y son particularmente vulnerables”, dijo Raffaela Milano, directora del programa italiano de Save the Children, en un comunicado.
Milano reclamó una respuesta “inmediata” al pedido de los fiscales de Catania para permitir que los seis menores a bordo del barco de rescate de bandera holandesa Sea Watch 3, que actualmente se resguardan del mal tiempo en Sicilia, puedan desembarcar.
Pero el ministro de Interior de extrema derecha, Matteo Salvini, volvió a expresar su negativa a acoger a los migrantes, diciendo que los menores tenían casi 18 años y no eran niños.
“No voy a cambiar de opinión. Los puertos italianos están cerrados y permanecerán cerrados a las personas que trafican y sus cómplices”, dijo.
Salvini ha insistido en que Alemania y Holanda se hagan cargo de los 47 migrantes, provenientes principalmente del África subsahariana, que fueron rescatados de Libia por la ONG alemana Sea Watch hace una semana.
"¿Barco holandés y ONG alemana? Ámsterdam o Berlín están esperando por ustedes", dijo.
El ministro de Migración holandés, Mark Harbers, arguyóque su país “no estaba obligado” a encontrar una solución, y le manifestó al diario Corriere della Sera que el Sea Watch 3 había actuado “por iniciativa propia”.
“Depende del capitán encontrar ahora un puerto seguro para los 47 migrantes que salvó”, expresó en la entrevista, y agregó que el Gobierno holandés “no participará en una solución ad hoc”.
Penurias a bordo
“Durante tres días nos enfrentamos a tormentas, fuerte vientos y lluvias torrenciales”, manifestó un médico a bordo a la agencia de noticias italiana ANSA.
Los migrantes “están mojados porque no hay suficiente espacio cubierto. No tienen espacio para descansar”, dijo, y agregó que muchos de ellos tenían cicatrices de la violencia que sufrieron en Libia.
El alcalde de Siracusa, Francesco Italia, indicó que daría la bienvenida a los rescatados y que algunos habitantes de la ciudad costera siciliana colgarían sábanas blancas de sus balcones, con el mensaje “Déjenlos desembarcar”.
Decenas de residentes se concentraron en la playa, desde donde se podía ver el barco a 1,8 kilómetros distancia.
“Ofrezcamos una bienvenida y una sonrisa a quienes, tan cerca, todavía están muy lejos”, se leía en una declaración conjunta firmada por asociaciones locales y sindicatos.
Milano advirtió de que “cada minuto que pase en el barco, con el temor de lo que será de ellos, es probable que deje marcas imborrables que estos jóvenes llevarán consigo durante el resto de sus vidas”.
“Nos vemos obligados a reiterar el principio fundamental de que los niños y los jóvenes son lo primero y lo más importante, y que las vidas y la dignidad humana nunca pueden ser un precio a pagar en el tablero de ajedrez de la política internacional”, dijo.
Desde que el gobierno populista antiinmigrante de Italia comenzó a rechazar a los migrantes a mediados del año pasado, se ha hecho cada vez más frecuente que aquellos que son rescatados por barcos queden en el limbo.
Con Salvini en el gobierno, Italia también ha estado exigiendo una mayor solidaridad de los países de la UE reacios.
Pero los miembros de la UE no han podido acordar un mecanismo permanente para reubicar a los migrantes que llegan a las costas de Europa, a pesar de que las llegadas han disminuido drásticamente en los últimos tres años.