Washington. A solo un mes de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), un informe reciente de la Universidad de Naciones Unidas destaca seis amenazas cruciales para los sistemas esenciales de la vida humana.
Estas amenazas incluyen el punto de inflexión climático, un umbral que, una vez traspasado, puede desencadenar cambios significativos e irreversibles en el sistema. Este término es comúnmente utilizado por los científicos al referirse al derretimiento de la capa de hielo en Groenlandia y a la destrucción de la selva amazónica.
El nuevo informe propone una categoría innovadora: los “puntos de inflexión de riesgo”, que se centran en la interacción entre la naturaleza y los sistemas creados por los seres humanos, como el suministro de agua y la producción de alimentos.
Según Zita Sebesvari, autora principal del informe, “al dañar tanto la naturaleza como la biodiversidad y contaminar tanto la Tierra como el espacio, nos dirigimos peligrosamente hacia múltiples puntos de inflexión de riesgo, que podrían destruir los sistemas de los que dependen nuestras vidas”.
El análisis del informe advierte sobre amenazas conocidas, como el calor insoportable y el derretimiento de glaciares, que amenaza el suministro de agua y la existencia de especies animales fundamentales para sus ecosistemas. Además de estos peligros evidentes, el informe resalta riesgos menos discutidos en los debates sobre el clima.
Uno de estos peligros es la acumulación de desechos espaciales, que podría generar colisiones en cadena y dejar la órbita terrestre inutilizable para nuestros satélites, vitales para prever desastres climáticos.
También se plantea la amenaza al sistema de seguros: debido al aumento de desastres, los precios de las pólizas aumentaron y algunas aseguradoras dejaron ciertas áreas, exponiendo a las comunidades de manera significativa.
Otra preocupación crucial es el agotamiento de las aguas subterráneas, utilizadas principalmente en la agricultura para compensar la falta de agua durante sequías. En países como Arabia Saudita, estos pozos ya están secos, mientras que la India está al borde del punto de inflexión.
Los autores del informe también proponen un nuevo enfoque para analizar respuestas a estas crisis, diferenciándolas en dos categorías: soluciones que buscan evitar las causas del problema y aquellas que se adaptan a cambios inminentes.
LEA MÁS: América Latina avanza con ‘éxito’ en transición a energías renovables, señala informe
Por ejemplo, frente al aumento de las temperaturas, la instalación de aires acondicionados se presenta como una solución de adaptación, mientras que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es una medida que apunta a transformar el sistema, atacando la raíz del problema.
El informe resalta que la mayoría de las soluciones implementadas hasta ahora se centran en posponer los problemas en lugar de abordar las causas fundamentales.
En palabras del informe, “necesitamos comprender la diferencia entre adaptarnos a los puntos de inflexión de riesgo y evitarlos, y también distinguir entre acciones que simplemente retrasan los riesgos inminentes y aquellas que nos encaminan hacia una transformación real”.