Washington y Brasilia. Las medidas de distanciamiento deben levantarse con una planificación, si no se quiere tener una “nueva oleada de casos” de covid-19, advirtió este martes Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El experto habló en una conferencia virtual con periodistas en un momento en que en las Américas se contabilizan unos 893.000 casos confirmados y cerca de 42.686 muertos.
"Si se levantan de manera inmediata todas las medidas de distanciamiento sin planificación podemos tener una nueva oleada de transmisión", dijo Barbosa, en un momento en que la parálisis en la economía genera un debate en torno a si levantar o no las medidas de cuarentena.
En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro quiere que la cuarentena termina esta semana, cuando el país contabiliza más de 40.000 casos y supera los 2.500 fallecidos, y muchos gobernadores quieren mantener las restricciones.
Barbosa explicó que como no todavía no hay vacuna, hay que “tener la seguridad de que la transmisión está controlada y monitorear todo el proceso, paso a paso”.
En tanto, la directora de la OPS, Carissa Etienne, instó a que las pruebas para detectar la enfermedad sean gratuitas.
“Las pruebas deben ser gratuitas para los pacientes. Los altos precios crean una barrera entre un paciente y el tratamiento que necesita desesperadamente”, señaló la doctora quien expresó que no hay “una imagen completa de cómo la covid-19 está afectando a nuestras sociedades”.
Para Etienne, es necesario tener una visión más clara de dónde circula el virus y cuántas personas han sido infectadas para guiar las acciones de salud pública.
“Es importante acelerar y ampliar las pruebas para rastrear la propagación”, manifestó.
Presión de Bolsonaro
Mientras tanto, Bolsonaro continúa el pulso con varios gobernadores que son partidarios de mantener o inclusive hacer más estrictas las cuarentenas para hacer frente a la pandemia.
“Todo en exceso termina generando problemas. Estas medidas no alcanzaron su objetivo en algunos estados”, declaró el mandatario a los reporteros frente a la residencia presidencial en Brasilia. “Espero que sea la última semana de esta cuarentena, de esta forma de luchar contra el virus”.
Él apoya un modelo menos restrictivo donde solo los grupos de alto riesgo estén confinados en casa hasta el final del brote.
Después de que Bolsonaro reemplazó al ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, con Nelson Teich, varios gobernadores y alcaldes indicaron que estaban sopesando adoptar medidas de aislamiento más estrictas para frenar la propagación del coronavirus.
Anteriormente, Teich publicó un artículo en el que defendía las políticas de cuarentena, pero no ha hablado con la prensa desde el vago discurso de presentación que dio el viernes, y se desconoce qué hará en el puesto. Ni él ni alguno de sus representantes se presentaron ante los medios el lunes para responder preguntas.
Por la noche, el Ministerio de Salud compartió un video en que el Teich dice que habrá una “salida progresiva, estructurada y planificada del aislamiento social”. También prometió aumentar la capacidad de la nación para realizar pruebas, de las 24 millones prometidas para las próximas semanas a 46 millones.
Brasil confirmó 113 muertes a causa de la enfermedad covid-19 en las últimas 24 horas, con lo que la cifra total del país se elevó a 2.575. Más de 40.000 personas se han infectado de coronavirus en la nación suramericana, la cantidad más alta de América Latina.
Bolsonaro habló un día después de reunirse al aire libre con docenas de simpatizantes que quieren el cierre del Congreso y del Supremo Tribunal Federal. Su presencia en dicho mitin está generando un repudio generalizado en un país que soportó una dictadura militar entre 1964 y 1985.
El mandatario brasileño rechazó haber atacado la democracia del país durante la protesta, pero dijo: "De hecho, yo soy la Constitución”.