Imagínese un jardín vertical situado sobre un muro de 7,2 metros de altura, por el que fluyen dos cascadas artificiales.
Esta obra, que emula los Jardines Colgantes de Babilonia (una de las siete maravillas del mundo antiguo), sí existe; se localiza en una residencia en Managua (Nicaragua).
Fue creada para la meditación y el disfrute de la naturaleza. Se complementa, además, con un jardín horizontal -de aproximadamente 300 metros cuadrados- que posee senderos de piedra, árboles y un puente peatonal japonés que conduce hacia dos pequeñas grutas o cavernas.
Todo el diseño es una propuesta del arquitecto, pintor y escultor nicaragüense Federico José Matus Vega, cuyo proyecto denominado "Jardín Vertical y Horizontal" ganó la categoría de paisajismo construido en la XIII Bienal Internacional de Arquitectura Costa Rica 2016, realizada en mayo pasado.
El muro -que se asemeja a una montaña rocosa y sobre el que se ubica el jardín- se moldeó con varillas de acero, se utilizó cedazo metálico, luego se cubrió con concreto y se empleó cal y arena.
Los tonos que se pueden apreciar en las estructura incluyen grises, café, amarillo y en algunas áreas colores veteados rojizos.
De acuerdo con Matus, para elaborar el muro se empleó una técnica antigua denominada "al fresco", que se utilizó para pintar la Capilla Sixtina, localizada en Ciudad del Vaticano.
"Consiste en la aplicación de un aplanado de cal y arena y, antes de que este frague, se pinta con un pigmento. El pigmento tiene que ser de minerales para que él pueda fraguar con el material del aplanado. Una vez que este fragua, fragua con el pigmento, de tal manera que -cuando se puede tocar- ya una vez seco, el color no sale.
"Entonces, el aplanado y el color son un solo material. Ahí el efecto de la roca cuando se mira, se observa natural totalmente...", explicó Matus, de 51 años.
El jardín también se equipó con iluminación Led -resistente al agua- de diferentes colores: rojo, amarillo, azul y verde, que realza el diseño de este en las noches.
Consultado sobre la tendencia arquitectónica del proyecto, el artista mencionó que se trata de una arquitectura bioclimática, sostenible.
Atracción de animales y microclima
En el jardín hay sembradas plantas de las zonas montañosas de Matagalpa y Jinotega, que se lograron adaptar bien al clima de Managua y, además, el sitio se está convirtiendo en un refugio para muchos animales.
"Se está haciendo un enjambre de crecimiento de plantas y están atrayendo animales de manera natural: hay ardillas, garrobos, arañas, insectos, pájaros, hemos visto al guardabarranco, que es el pájaro nacional. Como hay muchos escondites, los animales están poblándose en ese sitio y se está dejando (los propietarios) que vivan allí".
Una característica interesante del proyecto es que, como el jardín está rodeado de árboles, con muchas plantas y agua (incluso hay un estanque con peces koi), se genera un cambio de temperatura (un microclima), que hace a esta zona más fresca que otros sectores del mismo terreno.
"En épocas de mucho calor ese espacio tiene un microclima mucho más agradable. Por ejemplo, si había 38 grados (de temperatura) en todo el entorno, cuando se iba a ese sitio podía estar en 30 grados, en 28 grados. Se bajaba bastante la temperatura", dijo Matus.
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Los senderos del jardín horizontal se montaron con piedras naturales. Crédito: Federico Matus para LN
El arquitecto planteó que este tipo de proyectos podrían desarrollarse a nivel urbano, por ejemplo, en sitios públicos como parques.
"Esta experiencia te lleva a reflexionar sobre la posibilidad de hacerlo a mayor escala. Se pueden generar inclusive unos enormes atractivos para fines turísticos", propuso.
El jardín aún no está totalmente listo, pues se siguen trabajando algunos detalles.
Jardines verticales ticos
En Costa Rica también se diseñan diferentes tipos de jardines o ecosistemas verticales que se instalan generalmente en paredes.
El paisajista Leonardo Arguedas, propietario de la empresa Jardines Verticales Costa Rica, mencionó que una de las tendencias actuales son las huertas verticales, que son ideales para viviendas u oficinas con poco espacio, en las que se pueden sembrar gran variedad de plantas comestibles como orégano, culantro, lechuga, zanahoria, apio, entre otras.
Según él, se utilizan en algunos restaurantes, de manera que el chef o cocinero sale y toma lo que necesita para preparar los alimentos.
Estas huertas tienden a ser más bajas para poder alcanzar las plantas.
También existen otros espacios verticales de carácter ornamental: uno de ellos es más frondoso, que se deja crecer de forma mucho más libre, se va haciendo como un bosque y las plantas se combinan entre sí.
Entre tanto, también hay un jardín vertical con una tendencia más de diseño, que abarca plantas de colores más vivos, con flores y en los que se pueden crear diversas formas: redondas u ovaladas, por ejemplo.
Las cuatro etapas de los jardines verticales
--Una estructura o perfil metálico donde se va a montar el jardín.
--Una capa que impermeabiliza y consiste en una lámina plástica o de PVC.
--Un fieltro o tela donde se siembra el jardín.
--Las plantas.
Para mantener en buenas condiciones estos jardines se utilizan sistemas de riego por goteo y se les inyectan nutrientes a las plantas.