Glasgow. Los casi 200 países presentes en la COP26 debatieron arduamente este jueves la financiación de la lucha contra el cambio climático, uno de los principales problemas del documento final, junto a las nuevas metas medioambientales que deben imponerse a medio plazo.
“Quiero ser claro, no hemos llegado aún a la meta”, declaró el presidente de las negociaciones, el británico Alok Sharma. ”Me preocupa la cantidad de temas pendientes en la sección de finanzas, a un día de concluir oficialmente la conferencia”, indicó. ”Nuestros líderes fueron claros al inicio de la cumbre, quieren que mostremos ambición y construir un consenso”, alertó el responsable británico a los ministros y negociadores.
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La conferencia sobre el cambio climático de Glasgow debe concluir el viernes con un documento que incluya un compromiso más fuerte de los países con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, con la transición energética y cómo se financiará todo eso. Además, los miembros deben desarrollar las reglas de vigilancia mutua, de transparencia, armonizar las fechas y la manera como presentan sus objetivos climáticos, e incluso cómo se indemnizan las pérdidas que causa el cambio climático y quién paga eso.
Todos esos son puntos del Acuerdo de París, firmado en el 2015, que ahora hay que desarrollar sin tiempo, alertan los científicos del clima, quienes avisaron que el mundo aumentó su temperatura media en +1,1 ºC respecto a la era preindustrial, cuando el objetivo deseable sería +1,5 ºC para finales de siglo. El último borrador divulgado por la presidencia de las negociaciones este jueves está lleno de corchetes en su parte de finanzas, y sin mencionar cifras.
El mundo desarrollado oficialmente se fijó un monto de $100.000 millones (₡64.541 millones) anuales para ayudar a los países en desarrollo a afrontar la gigantesca tarea de recortar sus emisiones de gases y adaptarse a los cambios que vienen. Esa cifra es una base, insisten los países pobres. Y además el Acuerdo de París ya preveía que había que renegociarla para después del 2025.
“Para llegar al objetivo de 1,5 ºC sabemos que ya gastamos el 50% del presupuesto de carbono”, es decir, de emisiones, criticó en rueda de prensa Diego Pacheco, jefe negociador boliviano y actual portavoz del denominado Grupo de Países de Ideas Afines (LMDC). “No somos responsables del foso entre las promesas de recorte de emisiones y la realidad”, añadió el boliviano, en representación de decenas de miembros. Esa postura es combatida por algunos países industrializados que critican que países como China, el primer emisor del mundo, o India, voraz consumidor de carbón, se escudan bajo las demandas de los países en desarrollo.
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Sobre la mesa aparecen esporádicamente cifras astronómicas, la más reciente del orden de $1,3 billones anuales, a gastar en partes iguales entre adaptación y mitigación, según una propuesta de países de América Latina, África y Asia.
Por su parte, 200 científicos del cambio climático pidieron a los asistentes en la COP26 tomar medidas inmediatas y de gran calado contra el calentamiento del planeta. ”Subrayamos la necesidad de acciones inmediatas, fuertes, rápidas, sostenibles y a gran escala para limitar el calentamiento por debajo de +2 °C y para continuar con los esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C, como está previsto en el Acuerdo de París”, dicen los expertos en su carta abierta.
“Esto para limitar los riesgos futuros y las necesidades de adaptación para las próximas décadas, incluso siglos”, añadieron. Las discusiones en Glasgow se complican además por las exigencias de partes no negociadoras, como los grupos indígenas, y las organizaciones no gubernamentales, activas dentro y fuera de la sede.