Ciudad de Panamá. Panamá y la compañía canadiense First Quantum Minerals anunciaron este miércoles un acuerdo para reabrir la mina más grande de América Central, cuyas operaciones estaban paralizadas desde hace casi tres meses por disputas sobre impuestos y regalías.
“El gobierno nacional de Panamá y Minera Panamá S.A., afiliada local de First Quantum Minerals Ltd, se complacen en anunciar que acordaron el texto final del (nuevo) contrato de concesión que regirá las operaciones a largo plazo del Proyecto Cobre Panamá”, en la costa caribeña, dijeron las partes en un comunicado conjunto.
El nuevo contrato, por 20 años de concesión renovables por un periodo similar, contempla “ingresos mínimos” anuales de $375 millones para el Estado panameño, 10 veces el monto anterior, afirma el comunicado.
El cese de actividades de la mina y del puerto vecino de Punta Rincón amenazaba con dejar sin trabajo a unos 8.000 empleados directos y contratistas, lo que generó protestas de trabajadores frente a edificios del gobierno en la capital panameña.
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Con un yacimiento descubierto en 1968, la gigantesca mina de cobre a cielo abierto, situada en medio de la exuberante vegetación de la costa Caribe a 240 km de la capital, es considerada la mayor inversión privada en la historia de Panamá: aporta más del 4% del PIB nacional y el 75% de los ingresos por exportaciones.
Esta mina es “la más grande de América Central”, destacan ejecutivos de First Quantum, y produce al año 300.000 toneladas de concentrado de cobre que son exportadas desde el puerto de Punta Rincón.
“Bajo este contrato, Panamá espera recibir aproximadamente 10 veces más de lo que recibía bajo el (anterior) contrato-ley de 1997. Al mismo tiempo, el contrato de concesión garantiza que Minera Panamá recibirá un rendimiento comercial por su inversión”, indica el comunicado.
“Asociación constructiva”
La orden del gobierno de suspender las operaciones de la mina, el 15 de diciembre, y el cierre de su puerto adyacente, el 3 de febrero, fueron parte de una prolongada disputa entre First Quantum y el Ejecutivo de centroizquierda del presidente Laurentino Cortizo.
Desde hacía un año ambas partes llevaban a cabo negociaciones para un nuevo contrato, pero se estancaron en la cuestión de los ingresos para el Estado panameño. Cortizo exigía multiplicar por 10 las regalías.
“El contrato de concesión propuesto delinea las bases para el futuro de Cobre Panamá. Esperamos una larga y constructiva asociación con Panamá en los años por venir”, declaró el director general de First Quantum, Tristan Pascall, citado en el comunicado conjunto.
“Lo más importante es que este contrato es beneficioso para Panamá y los panameños, al tiempo que crea las condiciones para que Minera Panamá continúe sus operaciones bajo un entorno de inversión justo y equitativo”, dijo por su parte el ministro de Comercio e Industrias, Federico Alfaro Boyd, quien dirigió las negociaciones por el gobierno.
El nuevo acuerdo deberá ahora ser ratificado por el Congreso panameño, además de otras formalidades como ser sometido a un periodo de consulta ciudadana y recibir el aval del Gabinete de Cortizo, lo que se da por descontado.
Recursos a infraestructura
Si ambas partes no alcanzaban un acuerdo, la compañía canadiense debía cesar definitivamente sus operaciones en Panamá invertir más de $10.000 millones en movimientos de tierra, construcción de edificios para alojar a sus miles de empleados, compra de maquinaria pesada, una central eléctrica, un puerto de gran calado, así como caminos de acceso, planes de reforestación y programas de ayuda a las comunidades, según datos de la firma.
La compañía construyó la terminal marítima de Punta Rincón ante la falta de carreteras para llevar el cobre al puerto de Colón, a 40 km de distancia, ya que el Estado panameño nunca construyó vías en la costa caribeña, solo en el litoral del Pacífico.
Con los nuevos aportes de la mina, Panamá “dedicará recursos adicionales a la construcción de infraestructuras públicas”, asegura el comunicado, sin dar detalles.
Como productor de cobre, Panamá es una excepción en América Central, región que carece de tradición minera: en Costa Rica y El Salvador la minería está prohibida por ley.