La conmoción generada en Estados Unidos por la muerte en un vuelo de United Airlines de un bulldog francés, que viajaba en un compartimento para el equipaje de mano a pedido de un miembro de la tripulación, puso en el tapete el sensible tema del transporte de animales.
“Este dramático incidente muestra cómo el animal es considerado aún un objeto, un vulgar bolso que se apretuja”, se indigna Christophe Marie, portavoz de la Fundación Brigitte Bardot, consultado por la AFP.
La aerolínea estadounidense lamentó en un comunicado el “trágico accidente que jamás debió haber ocurrido, ya que los animales nunca deben colocarse en un compartimiento de equipaje” encima de los pasajeros.
La dueña del perro viajaba entre Houston y Nueva York el lunes con dos niños, uno de ellos un bebé, y el animal en un bolso de transporte. Y un miembro de la tripulación le solicitó que colocara al perro en el compartimento para los bolsos y equipaje de mano, según el testimonio en el New York Times de Maggie Gremminger, de 30 años, que viajaba sentada detrás de ella.
Viajar con la mascota es una práctica común: medio millón de animales fueron transportados en el 2017 por compañías aéreas estadounidenses, según cifras del Departamento de Transporte de Estados Unidos.
Varios casos
Sin embargo en los últimos meses la prensa ha informado sobre muertes trágicas de animales domésticos, a cual más conmovedora o sorprendente.
La sucesión de incidentes es una suerte de pesadilla para United Airlines, una de las principales compañías estadounidenses y la que acepta la mayor cantidad de animales en sus líneas.
De los 138.000 animales transportados en sus vuelos en 2017, 18 murieron y 13 sufrieron lesiones.
En la bodega de uno de sus Boeing 767, Simon, un conejo gigante, murió en abril pasado.
En noviembre, en otro caso que hizo mucho ruido, una chica, considerando que no tenía más opción, arrojó a su hámster de “apoyo emocional” en el inodoro de un aeropuerto después de que se le impidió volar con él en un avión de la compañía Spirit Airlines.
El sector del transporte aéreo se enfrenta a un aumento de estos animales de “apoyo emocional”, cuya presencia tiene cualidades terapéuticas o tranquilizadoras para su dueño.
United estima su incremento en 75% en el último año.
El 1 de marzo, Delta Airlines y United establecieron nuevas reglas para el transporte de mascotas. Por ejemplo, United exige a los propietarios que proporcionen un documento escrito por un veterinario que certifique las vacunas y confirme que el animal ha sido “entrenado para comportarse en un lugar público”.
¿Pero será eso suficiente para evitar incidentes o incluso su muerte a 10.000 metros de altitud?
“Esperamos trabajar con el sector en su conjunto para garantizar que este tipo de cosas nunca vuelvan a suceder”, dijo a la AFP el sindicato estadounidense de azafatas y auxiliares de vuelo AFA-CWA AFA, en referencia a la muerte del bulldog francés.
“Debemos revisar las reglas (...) a nadie se le ocurriría colocar a un bebé en el compartimento de bolsos, no hay razón para meter un perro u otro animal”, dice Marie, de la Fundación Brigitte Bardot.
Pero también se hace un llamado a los pasajeros a la responsabilidad y la prudencia.
“El viaje en avión puede ser arriesgado para los animales (...) particularmente peligroso para los animales con el hocico ‘hundido’ (...) como los bulldogs”, explicó en su sitio de internet la ONG Humane Society of the United States, una organización de defensa de los animales, insistiendo en la dificultad que estos perros pueden tener para respirar.
“Considere todas las otras alternativas al vuelo” para los animales, pide la asociación.