La Habana. Ian se fortaleció para convertirse en un huracán de categoría tres, indicó este martes en un boletín el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
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Ian, que comenzaba a adentrarse en el Atlántico rumbo a Florida, tocó tierra en el poblado de La Coloma a las en horas de la madrugada, en la costa sur de la provincia de Pinar del Río, con categoría tres en la escala de cinco de Saffir-Simpson y vientos de más de 200 km/h.
En horas de la mañana, el centro del ciclón estaba “sobre la costa norte de Pinar del Río, por las inmediaciones de Puerto Esperanza”, informó el Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet). En las próximas horas “mantendrá rumbo al norte, transitando gradualmente sobre el sudeste del golfo de México, alejando su centro del territorio cubano”, añadió el Insmet.
“Desolación y destrucción. Vivimos horas de terror. Aquí no ha quedado nada”, contó un hombre de 70 años, vecino de la ciudad de Pinar del Río, a su hijo, periodista de la televisión local, quien lo difundió en las redes.
Hasta la madrugada, unas 40.000 personas fueron evacuadas en Pinar del Río, donde la autoridad prevé reubicar en albergues o casas de familiares o amigos a unas 50.000, informó la primera secretaria del gobernante Partido Comunista en la provincia, Yamilé Ramos.
Los fuertes vientos de más de 200 km/h, aguaceros, penetraciones marinas e inundaciones, provocaron muchos destrozos aún por cuantificar.
En una tenebrosa noche, tanto Pinar del Río como la vecina Artemisa, se quedaron sin energía eléctrica, retirada preventivamente, pero también por la afectación a 315 circuitos dañados en esa zona del país, según un alto funcionario del sector.
En la capital, donde se registraban algunas lluvias y fuertes vientos, Alexis Acosta, intendente de La Habana Vieja, reportó dos derrumbes parciales entre los centenarios inmuebles que muchas veces ceden ante las lluvias por la precaria situación en que se encuentran.
El NHC comunicó en su último reporte que la tormenta se trasladaba a una velocidad de 19 km/h con vientos máximos sostenidos de 205 km/h.
“El sonido es ensordecedor por el paso de los vientos”, dijo en la madrugada una periodista a la transmisión ininterrumpida de la televisión estatal para informar sobre el ciclón. Los medios locales mostraron imágenes del interior de hogares en Pinar del Río a los se les desprendió el techo, con agua y objetos destrozados en el piso.
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En el municipio de San Juan y Martínez, una importante localidad productora de hoja de tabaco para puros de esa provincia, Ian arrasó con los tabacales aunque los cultivadores intentaron proteger los semilleros y taparon con plásticos las hojas almacenadas para evitar daños.
En el estado estadounidense de Florida los habitantes también se preparan para la inminente llegada de Ian, tras una alerta de huracán del NHC para sus costas.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia en 67 condados y las autoridades se preparan para la llegada de la tormenta, que esperan que genere además cortes de electricidad.
Ian “traerá fuertes lluvias, fuertes vientos, inundaciones repentinas, marea de tormenta (...) a lo largo de la costa del Golfo de Florida”, informó este lunes DeSantis en una conferencia de prensa en Tallahassee.
Unos 5.000 miembros de la Guardia Nacional se sumaron a los 2.000 efectivos de Tennessee, Georgia y Carolina del Norte para ayudar a enfrentar el ciclón, indicó el gobernador.
En ciudades como Miami, Fort Lauderdale y Tampa, las autoridades comenzaron a distribuir sacos de arena entre residentes para proteger sus hogares del riesgo de inundaciones. El aeropuerto internacional de Tampa indicó que suspenderá sus operaciones en horas de la tarde.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dispuso además el estado de emergencia en Florida, lo cual permite liberar fondos de ayuda federal. ”Nunca es demasiado pronto para prepararse”, tuiteó la alcaldesa de Tampa, Jane Castor.