Estrasburgo, Francia. El intelectual uigur Ilham Tohti, condenado a cadena perpetua en China por separatismo, obtuvo este jueves el premio Sájarov a la libertad de conciencia, una elección que seguramente irritará a Pekín, que había acusado al Parlamento Europeo de “apoyar el terrorismo”.
"La Eurocámara expresa todo el apoyo a su trabajo y pide a las autoridades chinas que lo liberen inmediatamente", dijo el presidente de la institución, David Sassoli, al anunciar el vencedor del premio ante el pleno en Estrasburgo (noreste de Francia).
Su candidatura se impuso a la de tres activistas brasileños, entre ellos la concejala asesinada Marielle Franco, y a la de jóvenes kenianas que luchan contra la ablación, en una votación a puerta cerrada de los líderes de los grupos políticos en Estrasburgo.
Tohti forma parte de la etnia uigur de mayoría musulmana y que constituye la principal población de Xinjiang, una vasta región del noroeste de China sometida a un drástico control policial y donde se registraron durante años atentados cometidos por activistas uigures.
El juicio a este exprofesor universitario de Economía, quien el viernes cumple 50 años, generó críticas de gobiernos extranjeros y de grupos de defensa de derechos humanos. El Consejo de Europa le otorgó en setiembre el premio Václav Havel de derechos humanos.
Su candidatura al Sájarov, defendida por el grupo liberal, irritó a principios de octubre a Pekín, que acusó a la Eurocámara de "apoyar el separatismo y el terrorismo". "En sus clases elogió públicamente como héroes a extremistas que cometieron actos terroristas", aseguró.
Otras candidaturas
La incertidumbre protagonizaba la presente edición. A diferencia del 2018, cuando se premió al cineasta ucraniano Oleg Sentsov que Rusia liberó meses después, este galardón que lleva el nombre del científico soviético disidente Andréi Sájarov no contaba con un claro favorito.
“Todos los candidatos son personas que hacen grandes cosas”, había indicado la eurodiputada ecologista Hannah Neumann, cuyo grupo apoyó la candidatura conjunta de Franco, asesinada en marzo del 2018; el cacique Raoni y la ambientalista Claudelice Silva dos Santos.
Con la candidatura de estos tres activistas, los socialdemócratas y la izquierda radical buscaban reconocer el trabajo de los defensores de los derechos civiles y del medio ambiente, en un contexto de críticas al presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
Para el eurodiputado socialdemócrata Dietmar Köster, honrarlos con el premio Sájarov habría sido "una señal importante para la sociedad civil brasileña". De haberse confirmado, habrían sido los sextos latinoamericanos en alzarse con el premio que se concede desde 1988.
El grupo derechista Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) propuso a un grupo de jóvenes kenianas llamadas The Restorers, quienes han desarrollado la aplicación telefónica i-Cut que permite a las menores buscar apoyo o ayuda médica antes o después de una ablación.
“La ablación en sí misma no es lo más terrible que te sucede, sino que nadie viene cuando pides ayuda. Es muy doloroso, llamas, suplicas, pero nadie acude”, expresó la eurodiputada belga Assita Kanko, víctima de mutilación genital cuando era niña en Burkina Faso.
Al menos 200 millones de mujeres en unos 30 países del mundo han sido víctimas de una mutilación genital, reconocida como una violación de los derechos humanos. Y cada año, más de tres millones de menores afrontan esta amenaza contra sus cuerpos.
Desde 1988, la Eurocámara ha concedido este premio a personalidades que aportaron "una contribución excepcional a la lucha por los derechos humanos en el mundo", como Nelson Mandela (1988), Malala Yufsafzai (2013) o Aung San Suu Kyi (1990).
En 2017, opositores venezolanos se convirtieron en los quintos latinoamericanos premiados, tras las argentinas Madres de la Plaza de Mayo (1992), así como de los disidentes cubanos Guillermo Fariñas (2010), la asociación Damas de Blanco (2005) y Oswaldo Payá (2002).
La ceremonia de entrega del premio tendrá lugar en Estrasburgo el 18 de diciembre.