Washington. Aunque el presidente Joe Biden tocó muchos temas, la invasión de Rusia en Ucrania dominó este martes su Discurso sobre el Estado de la Unión, el primero que pronuncia como presidente ante una sesión conjunta del Congreso y que fue visto desde ya como trascendental para su aún joven estancia en la Casa Blanca.
Otro tema que fue primordial en su discurso, y que está relacionado a Ucrania, es el de la inflación. En los últimos 12 meses, el incremento de precios en EE. UU. ha alcanzado el 7.5%, cifras que no se veían en más de cuatro décadas. Algo que sin duda ha afectado la imagen del presidente, pues nada pesa más que el estado de la billetera.
Y la guerra en este país probablemente la disparará más, pues afecta el precio de los combustibles, que ya estaban por las nubes, y las cadenas de producción que venían a media marcha como consecuencia de la pandemia. Además de los efectos colaterales que traerán las nuevas sanciones para la economía mundial.
En ese sentido, Biden ofreció un nuevo plan de cuatro puntos con el que espera atajar la inflación. “Una manera de atajarla es bajar salarios y volver a todo el mundo más pobre. Pero yo tengo un mejor plan. Bajar los costos y no los salarios. Hacer más carros y más semiconductores en EE. UU. Más infraestructura e innovación estadounidense. Más productos moviéndose más rápido y barato, más trabajos que ofrezcan una buena vida en EE. UU. En lugar de depender de cadenas de producción foráneas, hagámoslas en EE. UU.”, dijo el mandatario.
De acuerdo con el presidente, algo que los economistas llaman “incrementar la capacidad productiva de la economía pero que yo llamo construir un mejor EE. UU. Mi plan bajará sus costos y reducirá el déficit”.
En ese sentido, resaltó su plan para reformar la infraestructura del país, que aprobó el Congreso a finales del año pasado, y pidió al legislativo avanzar en un conjunto de iniciativas para combatir el cambio climático, que también son generadoras de empleo.
Pese al tono ‘ucraniano’ de la intervención, Biden también se centró en otros temas de la agenda, como la lucha contra el covid-19.
En este punto, el presidente habló de una nueva estrategia post pandemia concentrada en la mitigación gracias a los grandes avances alcanzados en materia de vacunas y tratamientos contra el virus.
Otro de los aspectos más relevantes de su discurso giró en torno de la reciente nominación de Ketanji Brown Jackson a la Corte Suprema de Justicia. De ser confirmada, Brown Jackson sería la primera mujer de color en ocupar un asiento en la alta corte con la que Biden cumple, además, una de sus promesas de campaña.
Algo que necesita con urgencia, pues en gran parte sus bajos índices de popularidad son reflejo de la insatisfacción que existe en la base del partido demócrata por la ausencia de logros en la agenda liberal.
En gran medida, el Discurso sobre el Estado de la Unión fue visto como una oportunidad para Biden, que le permite reenfocar su mandato justo cuando el país está en la recta final de las elecciones legislativas y de las cuales depende el control del Congreso para los próximos dos años.