Mientras Estados Unidos registró fuertes inundaciones en el sur del país, España y Francia enfrentan una de las peores olas de calor de la historia. Incluso, asfixiada por una feroz sequía, la península ibérica se cuestiona cómo administrar mejor sus recursos hídricos.
Estos son apenas algunos ejemplos de las consecuencias del calentamiento global. A continuación tres puntos para comprender mejor esta problemática ambiental.
LEA MÁS: Conozca su huella de carbono aquí
¿Qué es y cómo se origina?
El calentamiento global es un fenómeno que resulta del aumento del efecto invernadero, un proceso que se produce cuando algunos gases de la atmósfera de la Tierra retienen calor. Los gases dejan pasar la luz, pero mantienen el calor, tal como lo hacen las paredes de cristal de un invernadero.
Estos gases son producidos por la humanidad y entre los que más contribuyen al efecto invernadero se encuentran: el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y gases fluorados.
¿Cuáles son las consecuencias?
Este fenómeno repercute drásticamente en la vida de los seres vivos, pues ocasiona fuertes aumentos de las temperaturas, —como en el caso actual de Europa— fenómenos meteorológicos extremos, fuertes inundaciones —como las registradas recientemente en Kentucky—, faltas de cosechas, propagación de enfermedades, derretimiento de glaciares, aumento del nivel del mar, cambios de ecosistemas, extinción de animales, entre otros.
Según informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), miles de científicos consideraron que limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5° C ayudaría a evitar peores impactos climáticos. Sin embargo, se prevé que el calentamiento global alcance 3,2° C para finales este siglo.
¿Cómo ayudar a reducir su impacto?
De acuerdo con la ONU, hay 10 acciones que los interesados en mitigar el calentamiento global pueden empezar a tomar en cuenta:
1. Ahorrar energía en casa.
2. Desplazarse a pie, bicicleta o transporte público.
3. Comer más verduras, pues la producción de alimentos de origen vegetal genera menos emisiones de gases de efecto invernadero.
4. No hacer viajes a larga distancia si no es tan necesario, para evitar las emisiones de CO2.
5. Evitar desperdiciar la comida.
6. Consumir menos, reutilizar, reparar y reciclar.
7. Migrar a fuentes de energía renovables.
8. De ser posible, cambiar a vehículos eléctricos.
9. Elegir productos ecológicos.
10. Expresar la opinión para que otros se sumen a la lucha contra el calentamiento global.