Washington. Un grupo interpartidista de senadores estadounidenses se disponía el jueves a reanudar el diálogo sobre un modesto proyecto de control de armas de fuego, en un momento en que crece la presión en Estados Unidos para atajar una ola de violencia que incluye recientes masacres en Texas y el Estado de Nueva York.
Nueve senadores se reunieron esta semana para hablar de la respuesta a los tiroteos de masas que enlutan la nación, con cierto optimismo sobre la posibilidad de lograr reformas.
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El grupo se ha concentrado en la seguridad en escuelas, reforzar los servicios de cuidado de la salud mental e incentivas para que los estados concedan a las cortes la capacidad de quitar temporalmente las armas de personas consideradas como peligrosas.
La republicana moderada Susan Collins dijo que el grupo estaba haciendo “rápidos progresos”, mientras el senador demócrata Chris Murphy declaró que “nunca ha visto más republicanos sentados en la mesa y dispuestos a dialogar”.
“Hay algo diferente ocurriendo ahora mismo y espero que termine en una legislación ante el Senado”, dijo Murphy a MSNBC el miércoles.
Mientras los legisladores buscan responder a la matanza racista de 10 personas negras en un supermercado de Buffalo y a un tiroteo masivo que dejó 19 niños y dos maestras muertas en una escuela de Texas, otra masacre ocurrió en Oklahoma el miércoles.
Un hombre con una pistola y un fusil asesinó a cuatro personas en un complejo hospitalario de Tulsa, antes de presuntamente suicidarse previo a la llegada de la policía.
Los legisladores están conscientes de que corren el riesgo de perder el impulso si se llega a disipar la urgencia de reformas desatada por las masacres, y otro grupo más pequeño lleva a cabo discusiones paralelas sobre la ampliación de las verificaciones de antecedentes de compradores de armas.
El reto político de legislar en un senado dividido en partes iguales, donde la mayoría de las propuestas legales necesitan 60 votos para ser aprobadas, significa que reformas de mayor alcance tienen pocas posibilidades de pasar.
Mitch McConnell, líder de los senadores republicanos, señaló a periodistas que los congresistas se están centrando en la “salud mental y la seguridad en las escuelas”, no en las armas.
‘Principal causa de muerte’
Los demócratas en la Cámara de Representantes se disponen sin embargo a aprobar una ley mucho más amplia, pero en gran medida simbólica, llamada “Protecting Our Kids Act” (ley de protección de nuestros hijos): un paquete de propuestas de control de armas que incluye subir de 18 a 21 años la edad legal mínima para comprar rifles semiautomáticos.
El paquete incluye vetar los cargadores de alta capacidad y revisar antecedentes de las “pistolas fantasmas”, armas hechas en casa a partir de kits fácilmente disponibles.
La propuesta probablemente será aprobada en la Cámara de Representantes liderada por demócratas la semana próxima, antes de morir ante la oposición republicana en el Senado.
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Ante las resistencias enfrentadas a nivel federal, también se emprenden esfuerzos para impulsar un mayor control de armas en legislaciones estatales.
Tras la masacre de la escuela de Uvalde, congresistas californianos propusieron una legislación para el control de armas que incluye poder llevar a los fabricantes de armas a responder en lo civil en algunos casos.
“Las armas son ahora la principal causa de muertes de niños en Estados Unidos”, declaró en un comunicado el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom.
“Mientras el Senado de Estados Unidos se queda de brazos cruzados y los jueces federales activistas rechazan leyes de sentido común para el control de armas en nuestra nación, California actuará con la urgencia que demanda esta crisis”.
La propuesta hace eco a otra de legisladores del estado de Nueva York, que aprobaron el año pasado una ley que permite interponer demandas civiles contra fabricantes de armas y vendedores por comercialización o venta indebida.
Un proyecto para exigir un permiso de compra está avanzando en la legislatura del estado de Delaware, mientras en Texas el gobernador Greg Abbott pidió a los congresistas de este estado proarmas hacer “recomendaciones legislativas” en respuesta al tiroteo de Uvalde.
Activistas a favor de una mayor restricción de las armas temen sin embargo un retroceso cuando la Suprema Corte se dispone a emitir su primera opinión sobre la Segunda Enmienda en más de una década.
Se espera que la justicia se pronuncie en las próximas semanas acerca de una disputa sobre los estrictos límites que existen en el estado de Nueva York para la portación oculta de armas de fuego fuera de casa.
Un dictamen limitado podría afectar a unos pocos estados con leyes similares, pero los activistas temen que la mayoría conservadora de la corte emita una decisión más amplia que despeje el camino para desafiar constitucionalmente las leyes sobre seguridad de armas en todo el país.