Melbourne y Ciudad del Vaticano. El clérigo católico de mayor jerarquía que haya sido condenado por abuso sexual de menores entró a la cárcel el miércoles y en dos semanas conocerá su sentencia por el abuso de dos niños del coro en la catedral de Melbourne hace 20 años.
El juez Peter Kidd revocó la libertad bajo fianza del cardenal George Pell al cabo de una audiencia en una sala atestada. Kidd dijo que dará a conocer su sentencia el 13 de marzo.
Pell, de 77 años, quien podría ser condenado a 50 años de prisión, no se inmutó al bajar del banquillo, caminando con ayuda de un bastón y escoltado por tres agentes judiciales de seguridad y un guardia de la cárcel. Pell se detuvo en la puerta, giró y le hizo una reverencia al juez.
Una camioneta lo llevó a la Prisión de Evaluación de Melbourne, una instalación de máxima seguridad donde se analiza a los encarcelados por primera vez. Todos son obligados a desnudarse para la revisión.
Pell, como todos los pederastas, permanecerá en detención preventiva donde pasará hasta 23 horas a solas en su celda.
El cardenal fue declarado culpable el 11 de diciembre anterior de un cargo de penetración sexual y de otros cuatro de actos indecentes contra dos monaguillos de 12 y 13 años en 1996 y 1997, en la sacristía de la catedra de San Patricio, en Melbournel.
Por motivos legales, este veredicto no se hizo público hasta el martes.
Pero Pell no fue detenido inmediatamente porque debió a someterse operaciones en las dos rodillas.
El purpurado enfrentó una multitud hostil el miércoles al arribar a la sala media hora antes de la audiencia.“¡Espero que ardas en el infierno!” , gritó un hombre mientras forcejeaba con los agentes de policía que protegían al cardenal. “¡Eres un pedófilo! ¡Eres un criminal! ¡Eres un monstruo!”
Parte del público insultó al abogado de Pell, Robert Richter, durante un intermedio.
Kidd puntualizó que esos actos dirigidos contra Pell y Richter demostraban que el número tres del Vaticano era acusado de los abusos sexuales y encubrimientos en el seno de la Iglesia católica que salieron a la luz en una investigación encomendada por el gobierno sobre el manejo de las denuncias de abusos por las instituciones australianas.
“La Iglesia católica no está siendo juzgada... Estoy imponiendo una sentencia al cardenal Pell por lo que hizo”, precisó el juez.
Vaticano lo investigará
Mientras tanto, el Vaticano anunció este miércoles que abrirá una investigación canónica interna a Pell, uno de los asesores más cercanos del papa Francisco.
“Después de la condena en primera instancia del cardenal Pell, la Congregación para la Doctrina de la Fe se ocupará de este caso según las modalidades y los plazos establecidos por el derecho canónico”, anunció el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, en un comunicado.
Este procedimiento puede desembocar en sanciones. La más grave sería su expulsión, que le devolvería a la vida laica, como hizo con el excardenal estadounidense Theodore McCarrick a mediados de febrero tras acusaciones de abusos sexuales a menores y jóvenes.
En el caso del exarzobispo emérito de Washington, el Vaticano no esperó a un procesamiento penal para la apertura de su propia pesquisa.