Washington. Asegura que “Tony” hace un gran trabajo, pero da crédito a quienes lo atacan: Donald Trump tiene una relación complicada con Anthony Fauci, el asesor médico más destacado de la célula de crisis de coronavirus de la Casa Blanca.
En varias ocasiones, el experto de 79 años, mundialmente reconocido, ha tenido que precisar o corregir los comentarios del presidente sobre futuras vacunas o tratamientos contra la covid-19.
Donald Trump, con frecuencia escéptico de la ciencia, ha mostrado una especie de molestia hacia este epidemiólogo que sin descanso advierte sobre los peligros de una regresar a la normalidad demasiado rápido.
El asunto subió de tono este fin de semana cuando el inquilino de la Casa Blanca retuiteó un mensaje que contenía las palabras #FireFauci, "Echen a Fauci".
La controversia se produce en un momento en que el presidente estadounidense insiste en que está a punto de tomar la "decisión más importante de (su) vida" sobre la reapertura de la economía.
La Casa Blanca tuvo que aclarar las cosas 24 horas después de que Tump lanzara ese retuit y se encendiera la polémica.
El director del prestigioso Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas no será excluido de la célula de crisis, en medio de una pandemia que ya se ha cobrado más de 23.000 vidas en los Estados Unidos.
"El Dr. Fauci ha sido y sigue siendo un asesor de confianza del presidente Trump", dijo el portavoz de la Casa Blanca Hogan Gidley, quien calificó las especulaciones de la prensa de "ridículas".
Sólida autoridad
La decisión no es una sorpresa. Si bien durante los últimos tres años Donald Trump no ha dudado en despedir a asesores que considera desleales, Anthony Fauci parece casi imparable.
NEW: Dr. Anthony Fauci says ”even though we’ve had a really bad week” of the coronavirus, it looks like the curve is “flattening” in some areas. https://t.co/P9xId2OutH pic.twitter.com/fOlt5gCTv4
— ABC News (@ABC) April 13, 2020
Más allá de sus reconocidas habilidades, este hombre de voz ronca y amplia sonrisa no tiene nada del investigador encandilado por reflectores cuando sale de su laboratorio.
El experto que ha asesorado a seis presidentes estadounidenses sabe como maniobrar sin sacrificar el rigor científico. Tiene encanto y humor, y juega hábilmente para hacer llegar sus mensajes.
Según una encuesta publicada la semana pasada por la Universidad de Quinnipiac, Fauci es la personalidad en la que más confían los estadounidenses ante la aterradora pandemia.
Las cifras son claras: el 78% de los encuestados aprueban sus acciones, frente al 46% de aprobación de las de Donald Trump.
A finales de marzo dijo: "Le estoy diciendo cosas al presidente que no quiere oír y he dicho públicamente cosas que son diferentes a las que él dice".
"No quiero avergonzarlo" o "jugar duro", "sólo quiero mostrar los hechos", añadió.
"Cuando se trata de la Casa Blanca, a veces hay que decir las cosas una, dos, tres, cuatro veces antes de que se escuchen. Así que sigo insistiendo".
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, cuyas reuniones informativas diarias sobre la pandemia son seguidas mucho más allá de su estado, regularmente hace referencia a Fauci.
“No me interesan las opiniones de los políticos. Lo que me interesa es lo que los expertos tienen que decir”, dijo Cuomo el lunes, refiriéndose a sus continuas reflexiones sobre el ritmo de un futuro abandono del