Bishoftu, Etiopía. Un Boeing 737-800 de Ethiopian Airlines que volaba desde Adís Abeba hacia Nairobi se estrelló la mañana del domingo, poco después de despegar, y sus 157 ocupantes murieron.
“Ethiopian Airlines lamenta confirmar que su vuelo ET302 que cubría la ruta Adís Abeba-Nairobi tuvo un accidente”, indicó la compañía en Twitter. Horas más tarde confirmó que “no hay sobrevivientes”.
Las víctimas del accidente eran de 35 nacionalidades, precisó la compañía. Entre los 149 pasajeros y ocho tripulantes había dos españoles, 32 kenianos, 18 canadienses, nueve etíopes, ocho italianos, ocho chinos, ocho estadounidenses, siete franceses y siete británicos.
La lista de fallecidos incluye al menos una docena de empleados de diferentes agencias de las Naciones Unidas, como el Programa Mundial de Alimentos, la Agencia para los Refugiados y la Organización Internacional de Migraciones.
Los funcionarios viajaban para la asamblea anual del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que debe inaugurarse el lunes en Nairobi con asistencia de 4.700 representantes de gobiernos, organismos internacionales, empresarios, periodistas y representantes de la sociedad civil.
“Profundamente entristecido por la noticia esta mañana del accidente aéreo en Etiopía, que cobró la vida de todos a bordo”, tuiteó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
El avión perdió contacto con el control aéreo seis minutos después de despegar y se estrelló cerca del poblado de Tulu Fara, en las afueras de la ciudad de Bishoftu, a unos 60 km al sureste de Adis Abeba.
Un finquero, identificado como Sisay Gemechu dijo que escuchó un fuerte ruido mientras se dirigía a buscar agua. “El avión parecía apuntar a aterrizar en un campo abierto cercano, pero se estrelló antes de llegar allí”, agregó.
“El avión estaba en llamas en su parte trasera poco antes del accidente. El avión estaba girando sin control. (...) El choque causó una gran explosión”, relató otro testigo, Tegegn Dechasa.
En el lugar del accidente un reportero constató el despliegue de militares y policías, así como la presencia de un equipo de investigación de la agencia etíope de aviación civil.
El Boeing 737 había despegado a las 8:38 a. m. (11:38 p. m. del sábado en Costa Rica) del aeropuerto internacional Bole de Adís Abeba. El piloto reportó “dificultades” poco después de la partida y pidió regresar al aeropuerto, indicó a la prensa Tewolde GebreMariam, presidente de la aerolínea.
“El piloto mencionó que tenía dificultades y que quería regresar”, los controladores “lo autorizaron” a dar media vuelta y regresar a Adís Abeba, declaró en conferencia de prensa en Adis Abeba.
Las condiciones meteorológicas eran buenas el domingo por la mañana en la capital etíope.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, expresó en Twitter sus “profundas condolencias a las familias de los que perdieron a sus allegados en el vuelo regular” de Ethiopian Airlines.
“Estamos afligidos por las noticias que indican que un avión de línea de Ethiopian Airlines se estrelló seis minutos después de despegar en dirección a Nairobi. Mis oraciones son para todas las familias y a los allegados de los que estaban a bordo”, escribió, por su parte, en Twitter el presidente keniano, Uhuru Kenyatta.
En su cuenta de Twitter, los colores característicos de la compañía fueron reemplazados por negro y blanco.
En el aeropuerto internacional de Nairobi los allegados de los pasajeros estaban devastados.
Peter Kimani fue al aeropuerto a buscar a su hermana Florence Wangari, una enfermera “que viaja mucho”. “Solo podemos rezar para que no haya subido al avión”.
Jalid Ali Abdulrahman fue al aeropuerto a buscar a su hijo. Se enteró allí que el avión se estrelló. “Estaba en estado de shock, pero poco después mi hijo me llamó para decirme que seguía en Adís Abeba, que no había subido al aparato”, dijo.
La compañía Ethiopian Airlines, controlada en su totalidad por el Estado etíope, tuvo una fuerte expansión los últimos años. Su flota, la más importante del continente africano, tiene más de 100 aparatos.
El Boeing 737-800 MAX que se estrelló era un aparato reciente, entregado en el 2018 a la compañía.
El último accidente grave de un avión de línea de Ethiopian Airlines fue el de un Boeing 737-800 que estalló poco después de su despegue de Líbano en el 2010. Los 83 pasajeros y siete miembros de la tripulación murieron.