Quito. El derrame de petróleo que afecta desde el viernes a la Amazonia ecuatoriana avanzó hasta un río que abastece a comunidades indígenas, y contaminó parte de una gran reserva ambiental. ”La afectación se encuentra dentro del Parque Nacional Cayambe-Coca”, indicó el lunes el ministerio de Ambiente en un primer reporte sobre el impacto de la emergencia.
Creada en 1970, la reserva de 403.000 hectáreas está ubicada en el noreste de Ecuador y se extiende por las provincias andinas de Pichincha (cuya capital es Quito) e Imbabura, además de las amazónicas de Sucumbíos y Napo. Las dos últimas concentran un 75% de la extensión protegida, que alberga variedad de fauna y es una importante reserva de agua.
Según la cartera, en principio son dos las hectáreas perjudicadas por el vertido de petróleo, que también llegó al río Coca, uno de los principales de la Amazonia y que surte a poblados indígenas.
La empresa Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) reconoció el lunes que “pequeñas trazas (de petróleo) han alcanzado los cursos de agua”. Apuntó que ha “iniciado la dotación de agua segura” a varias comunidades del área afectada como Toyuca, Sardinas y Guayusa, y que en las próximas horas llevará alimentos y atención médica.
"Nos encontramos en las tareas de remediación del suelo afectado y también de la vegetación, al igual que esas pequeñas trazas que quedaron en el curso de agua", declaró el presidente de la firma, Jorge Vugdelija, en videos a la prensa.
‘De magnitud’
Ni el gobierno ecuatoriano ni la firma han cuantificado el derrame, el segundo que involucra a ecosistemas de Sudamérica en los últimos 15 días tras una fuga en la costa central de Perú, que ha sido calificada por Lima de “desastre ecológico”. Tampoco han suministrado una cifra de personas afectadas.
No obstante, el ministerio de Ambiente anticipó que se trata de un derrame “de magnitud”. La emergencia ambiental se produjo a raíz de la rotura del OCP, que transporta unos 160.000 barriles por día (bd). Su capacidad máxima es de 450.000 bd.
El mal tiempo en la zona desprendió grandes rocas que cayeron sobre el tubo en un sitio denominado Piedra Fina, a unos 80 km de Quito, en los límites entre Napo y Sucumbíos. ”Construimos unas piscinas para poder contener ese petróleo derramado y diría que fuimos exitosos en eso, logrando contener la gran mayoría de petróleo que salió de la tubería”, informó Vugdelija.
Según la compañía, el crudo recuperado fue transportado en carros cisterna a Lago Agrio (capital de Sucumbíos), donde hay depósitos de almacenamiento. ”Nuestro personal monitorea 210 km del Río Coca y sus afluentes y coordina que se desarrolle contención y remediación donde se identifican trazas de hidrocarburo”, señaló en tanto la cartera.
También fueron activados comités de emergencia de las provincias de Napo y su vecina Orellana para "garantizar agua segura para consumo de la población".
Agua sin usar
Organizaciones indígenas y oenegés ambientalistas han denunciado el daño a las fuentes de agua.
"Exigimos conocer la cantidad de barriles derramados y cuál será el proceso de entrega de agua y víveres para las comunidades. Es evidente que el agua del río no se puede usar ni consumir", expresó por Twitter la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana.
En videos difundidos por OCP, se ve a trabajadores soldando la unión de la tubería, que junto al estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) conecta los pozos amazónicos con puertos en la provincia de Esmeraldas, limítrofe con Colombia.
En el sector de Piedra Fina, en diciembre el OCP y el SOTE llevaron a cabo obras para mitigar la erosión del suelo causada por un río. En mayo de 2020 en esa misma zona se produjo un hundimiento que destruyó tramos del SOTE, el OCP y un poliducto también estatal. Entonces, ocurrió una fuga de unos 15.000 barriles que alcanzó a tres ríos amazónicos y afectó a poblaciones ribereñas.