Hong Kong. La universidad más antigua de Hong Kong retiró en la noche del miércoles una estatua en memoria de las víctimas de la plaza Tiananmen en Pekín, en el último revés a las libertades de esta ciudad. ”La decisión sobre la envejecida estatua se basó en consejos legales externos y en una evaluación de riesgos para el mejor interés de la universidad”, indicó la Universidad de Hong Kong en un comunicado.
La operación nocturna para remover la estatua fue condenada por activistas prodemocracia de Hong Kong y un exestudiante que sobrevivió la matanza de Tiananmen la calificó como un “acto despreciable”. La escultura, llamada Pilar de la Vergüenza, de ocho metros de altura y obra del danés Jens Galschiot, se encontraba en el campus universitario desde 1997, año en que la excolonia británica fue devuelta a China por parte de Reino Unido.
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En octubre de este año, funcionarios del establecimiento ordenaron retirar la escultura, en la que se representan 50 rostros angustiados y cuerpos lacerados apilados unos sobre otros, en homenaje a los manifestantes prodemocracia asesinados por tropas chinas en los alrededores de la plaza de Tiananmen, en 1989.
En la noche del miércoles, personal de la universidad colocó láminas de plástico desde el suelo hasta lo más alto del monumento y barreras para que no pudiera verse. Durante la noche se escucharon los ruidos de la obra y sonidos metálicos, constató un periodista de la AFP en el lugar.
Los guardias de seguridad impedían a los reporteros acercarse, al tiempo que intentaban que no se registraran imágenes de video. Albañiles con cascos de obra fueron vistos maniobrando una grúa para mover una amplia sección de la escultura, envuelta en plástico, hacia un contenedor cercano.
En su comunicado, la institución aseguró que la estatua sería almacenada. La universidad alega también que nunca dio autorización formal para exponer esta estatua y fundamenta su retirada en una ordenanza criminal de la época colonial. Esta ley incluye el crimen de sedición y, junto a la ley de seguridad nacional impuesta en el 2020 por Pekín, fue usada recientemente por las autoridades para criminalizar la disidencia.
Por su parte, Galschiot indicó a la AFP que era “extraño” y “chocante” que la universidad fuera a sacar la obra, que según éste contúa siendo de su propiedad. ”Es una escultura muy cara. Si la destruyen, por supuesto que los voy a demandar”, explicó.
El escultor danés asegura que intentó contactar con la universidad en varias ocasiones a través de sus abogados y se ofreció a recuperar su obra. Pero lamenta que los responsables de la universidad nunca lo contactaron ni le advirtieron de la retirada.
Disidentes en el exterior condenaron la remoción de la estatua. ”Usaron este acto despreciable para intentar borrar este sangriento capítulo de la historia”, escribió en Facebook Wang Dan, uno de los dirigentes estudiantiles de Tiananmen que fue encarcelado tras la represión y ahora vive en Estados Unidos.
Nathan Law, un exlegislador prodemocracia de Hong Kong, que huyó el año pasado a Reino Unido, aseguró que la estatua vivirá en la memoria de la gente. ”El Pilar de la Vergüenza fue removido, pero la memoria permanece. Debemos recordar lo que pasó el 4 de junio de 1989″, escribió Law en Twitter.
Durante años, Hong Kong fue el único lugar de China donde se toleró la conmemoración de la masacre de Tiananmen, que se recuerda cada 4 de julio con una vigilia con velas en un céntrico parque de este centro financiero internacional. Pero, bajo el argumento de la situación sanitaria y motivos de seguridad tras las masivas protestas prodemocracia del 2019, las vigilias del 2020 y el 2021 fueron prohibidas.
Sus promotores fueron perseguidos, mientras que el museo en el que recordaban la tragedia y las vigilas conmemorativas fue cerrado y desmantelado. Varios activistas que participaron en la primera vigilia prohibida del 2020 fueron condenados en los últimos meses por incitar y participar en una reunión no autorizada.
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