Tenerán. Irán afirmó este sábado que tiene el “deber de defenderse” tras los bombardeos israelíes lanzados en la madrugada contra instalaciones militares, a pesar de que Israel amenazó a Teherán con hacerle pagar “un alto precio” si responde al ataque.
El ejército israelí llevó a cabo “ataques de precisión” contra instalaciones de fabricación y lanzamiento de misiles en Irán, en respuesta al ataque iraní del 1.º de octubre contra territorio israelí.
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Los bombardeos se producen en un contexto de alta tensión en la región. Israel libra una guerra contra el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza y contra el grupo islamista Hezbolá en Líbano.
Ambos grupos son respaldados por Irán, archienemigo de Israel, y forman parte del llamado “Eje de la resistencia”.
Las fuerzas de defensa aérea de Irán reconocieron los ataques contra bases militares en las provincias de Teherán, Juzestán e Ilam, pero aseguraron que causaron “daños limitados”, mientras que el ejército iraní confirmó la muerte de dos militares, sin especificar en qué lugar.
Los bombardeos suscitaron condenas de varios países de la región y llamados a la moderación desde el bloque occidental.
“Irán considera que tiene el derecho y el deber de defenderse contra actos extranjeros de agresión”, declaró el jefe de la diplomacia iraní, Abás Araqchi, en un comunicado.
Ataque “aterrador”
El ejército israelí indicó que los bombardeos fueron “en respuesta a meses de continuos ataques” de la República Islámica.
“El régimen iraní y sus aliados en la región no han cesado de atacar a Israel desde el 7 de octubre de 2023″, afirmó, en referencia al letal ataque de Hamás en suelo israelí, que desató la guerra en Gaza.
En Siria, también aliada de Irán, la agencia oficial de prensa Sana informó que las defensas antiaéreas interceptaron “objetivos hostiles” en los alrededores de Damasco, donde se escucharon varias detonaciones.
Se esperaba desde hace semanas una respuesta de Israel al ataque de Teherán, que lanzó cerca de 200 proyectiles contra su territorio a inicios de mes.
La República Islámica justificó su ataque como represalia por los bombardeos israelíes en Líbano que costaron la vida a un general iraní y al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, a finales de setiembre.
Irán también presentó la operación como venganza por el asesinato en suelo iraní del entonces líder de Hamás, Ismail Haniyeh, atribuido a Israel.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, advirtió el sábado que si Teherán inicia “una nueva ronda de escalada”, Israel responderá “y le hará pagar un alto precio”.
En la capital iraní, Hooman, un obrero de 42 años que prefirió no dar su apellido, contó que estaba trabajando cuando escuchó las explosiones.
“Fue un ruido terrible y aterrador”, dijo. “Ahora que hay una guerra en Oriente Medio, tenemos miedo de ser arrastrados a ella”, añadió.
“Peligrosas consecuencias”
Estados Unidos, principal apoyo diplomático y militar de Israel, indicó que fue informado previamente del ataque y que la Casa Blanca lo consideró una acción de “autodefensa” de Israel.
Irak, vecino de Irán, advirtió sobre las “peligrosas consecuencias” del “silencio de la comunidad internacional” ante el “comportamiento brutal” de Israel.
Pakistán, que también comparte frontera con Irán, atribuyó “toda la responsabilidad de la escalada y de la extensión del conflicto” a Israel, país que no reconoce.
La situación “amenaza la seguridad y la estabilidad de los países y pueblos” de Oriente Medio, alertó Arabia Saudita.
Francia instó a “abstenerse de cualquier escalada” y el Reino Unido sostuvo que “Irán no debe responder” a los bombardeos.
El ataque israelí, que comenzó a las 02:15 locales, obligó a cancelar todos los vuelos en Irán e Irak, aunque el espacio aéreo iraní se reabrió horas después.
70 objetivos de Hezbolá
En el frente libanés, la agencia de prensa Ani indicó que el ejército israelí “dinamitó” varias casas en el pueblo fronterizo de Adaysseh.
Las fuerzas israelíes anunciaron que bombardearon 70 objetivos de Hezbolá en Líbano, donde lanzaron una operación terrestre el 30 de septiembre tras intensificar sus bombardeos.
Después de debilitar a Hamás en Gaza, el ejército israelí trasladó el grueso de sus operaciones al sur de Líbano, donde Hezbolá e Israel se enfrentan desde el 8 de octubre de 2023. Ese día, el movimiento chiita comenzó a lanzar cohetes hacia territorio israelí en apoyo a Hamás.
No obstante, desde el 6 de octubre de este año, las fuerzas israelíes reanudaron su ofensiva en el norte de Gaza, donde, según ellas, Hamás se está reagrupando.
El conflicto en el territorio palestino se desató tras la incursión de milicianos islamistas el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, donde mataron a 1.206 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes, que incluye a rehenes muertos en cautiverio.
De los 251 secuestrados, 97 siguen cautivos en Gaza, pero 34 fueron declarados muertos por el ejército israelí.
En respuesta a ese ataque, Israel lanzó una ofensiva contra Hamás, que gobierna Gaza, la cual causó la muerte de 42.924 palestinos, la mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza, considerado confiable por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).