Teherán. Reuters Irán calificó la resolución con sanciones de Naciones Unidas como “un pedazo de papel rasgado que no asustaría a Teherán” y decidió acelerar de inmediato sus labores de enriquecimiento de uranio.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el sábado por unanimidad la imposición de sanciones en contra del comercio iraní de materiales y tecnología nuclear, en un intento por detener su trabajo de enriquecimiento de uranio que puede contribuir a la producción de bombas atómicas.
El presidente Mahmud Ahmadinejad afirmó que quienes respaldaron la resolución de la ONU –redactada por Gran Bretaña, Francia y Alemania y apoyado por unanimidad por el Consejo de Seguridad– se arrepentirían muy pronto de su acción superficial.
“Renuncien a este juego de títeres. Ustedes no pueden enviarnos mensajes amistosos secretos y al tiempo mostrarnos sus dientes y garras”, dijo Ahmadinejad según la agencia estatal de noticias IRNA luego de un discurso en la exembajada estadounidense.
Irán insiste en que su desarrollo nuclear, que ha sido llevado adelante por varios años en condiciones de estricta privacidad, solo buscar generar energía eléctrica y rechaza las acusaciones de Occidente de que desea fabricar armas.
El jefe negociador nuclear, Ali Larijani, reaccionó rápidamente a la resolución. “Iniciaremos nuestras actividades de instalación de 3.000 centrífugas en el recinto de Natanza desde hoy”, sostuvo.
Irán, que se rehusó a detener sus labores de enriquecimiento de uranio a cambio de incentivos ecónómicos a inicios de este año, asegura que la resolución es una medida ilegal tomada fuera de la jurisdicción del consejo de la ONU.
Intento. Por su parte, China convocó de inmediato a una reanudación de las negociaciones a fin de distender la confrontación.
“El bando chino llama a todas las partes a continuar con todos los esfuerzos diplomáticos disponibles para impulsar una temprana reanudación de las negociaciones y buscar una solución tolerante y a largo plazo”, declaró en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores, y añadió que Pekín apoyó la resolución de la ONU para castigar a Teherán.
La resolución exige que Irán suspenda todas sus labores de enriquecimiento de uranio y que detenga todas sus investigaciones y desarrollo en torno a métodos para crear armas nucleares.
El punto principal de las sanciones radica en una prohibición a las importaciones y exportaciones de materiales peligrosos y tecnología relacionada al enriquecimiento de uranio.