La larga lista de condiciones incluye el cese total y completo de la actividad del Consejo de Seguridad de la ONU, renunciar a la búsqueda de sanciones y aceptar que Irán desarrolle tecnología para obtener combustible nuclear en su territorio, dijo un diplomático.
Javier Solana, responsable de Política Exterior de la Unión Europea (UE), se reunió el pasado fin de semana con Larijani, en Viena, para discutir la respuesta iraní al paquete de incentivos económicos y nucleares, pero también de advertencias, presentadas en junio por las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania.
Un diplomático de la UE confirmó que Larijani habría ofrecido a Solana dos meses de suspensión, aunque precisó que “no hay detalles y no está claro cundo se empezaría a aplicar la moratoria”.
Gregory Schulte, embajador estadounidense ante la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) declaró ayer, por su parte, que si Irán suspende el enriquecimiento no será por uno o dos meses, sino que “la suspensión debe ser tan larga como lo requieran las negociaciones”.